En medio de una crisis económica histórica, que urgente reducir un enorme déficit con reformas estructurales profundas, España celebra hoy elecciones generales para renovar los 350 miembros de la Cámara baja y los 208 senadores del Parlamento, de donde surgirá el nuevo presidente del Gobierno. Todos los sondeos preelectorales vaticinan la victoria Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), por mayoría absoluta ante el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, con un fuerte castigo al gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por la crisis y el desempleo que sufre el país, con el 22,6% de la población activa sin un puesto de trabajo, el 45% entre los menores de 25 años. Los demás candidatos de las formaciones minoritarias que concurren a los comicios aspiran a reforzar su posición con los votos de los electores más descontentos por la crisis y desencantados con los dos grandes partidos políticos españoles.

El ganador de las elecciones españolas heredará un país, además del récord histórico de desocupación, con crecimiento del 0,8% para este año y una estimación del 07% para 2012, según la Comisión Europea. España debe cumplir con su compromiso de corregir el déficit público del año que viene del 4,4% del PBI, aunque todo indica que será del 6% del PBI según la proyección actual. El mínimo crecimiento económico y un elevado nivel de deuda privada que frenan el consumo y la inversión necesarios para crear empleo, son puntos claves para la reactivación que esperan los españoles ante el fracaso del modelo socialista de Rodríguez Zapatero. Esto indica que los ajustes y las reformas drásticas serán vitales para impedir un colapso mayor al de Grecia, para citar un ejemplo palpable.