"Cosas de San Juan", una valiosa serie de cinco tomos que hoy continúa consultándose con inusitada frecuencia en las bibliotecas por estudiantes, investigadores y periodistas


Lo llamaron "poeta de la vida", pero es su prolífico legado cultural lo que memoramos aquí en estas páginas de DIARIO DE CUYO que él frecuentó con asiduidad y donde dejó inolvidables piezas literarias de su creación. Fernando Francisco Mó, profesor universitario, abogado, funcionario público, a 110 años de su nacimiento en este 2023, cada vez que escribía algo para publicar o exponer en un sinnúmero de charlas y conferencias, buscaba que sus trabajos estuviesen "animados de una sincera inquietud docente".


Cuando el ilustre cuyano Dr. Edmundo Correas, siendo presidente de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, prologó el primer número de "Cosas de San Juan", una valiosa serie de cinco tomos que hoy continúa consultándose con inusitada frecuencia en las bibliotecas por estudiantes, investigadores y periodistas, comenzó señalando que "solamente un eminente sanjuanino puede escribir las evocaciones, crónicas y monografías de esta obra, inspiradas por un gran amor a la tierra nativa y un profundo conocimiento de lo que fue y es su San Juan". Pero antes, don Fernando, que había quedado huérfano de madre a los 10 años, dedicó preciosas horas de sus habituales investigaciones para hablar sobre el vino y su mundo.


"Diálogo con el vino", por ejemplo, de 27 capítulos que atrapan primorosamente al lector, fue prologado por el escritor José Narosky, quien lo calificó de "libro valioso" porque "el autor ha trasmutado sus emociones en palabras". Pero no fue el único libro que dedicó a nuestra industria madre, el primero, más técnico, es "Vitivinicultura". 


> Don Fernando, siempre en el recuerdo familiar

En una placentera y muy rica charla de este periodista con sus hijos Fernando Juan y Rodolfo Lucio, ambos abogados y destacados protagonistas del desarrollo económico-social provincial, recogimos datos casi todos entrañables, que revelan una presencia permanente de don Fernando en el recuerdo de esa familia que junto a su esposa Raquel Maurín Navarro formaron con tanta energía positiva y mucha libertad, como sus hijos reconocen. El tercero de ellos, Silvia Stella Mó de Pedrozzo. Y precisamente, el último tomo de la citada serie "Cosas de San Juan" se lo dedica a la madre de sus hijos con estas palabras: "A mi querida esposa Raquel, a cuya energía debo particularmente el éxito cultural de nuestros hijos".


En medio de sus meritorios relatos sobre nuestra industria madre, hay que recordar que Mó funda una cooperativa vitivinícola a la que llamó "Vinantes", en consonancia con ese apostolado que recibió de su padre, también de nombre Fernando, un laborioso y emprendedor inmigrante que se radicó en San Juan en 1910 y adquirió en Pocito la finca "La Estación de Flores".


Fernando F. Mó nace precisamente en esa propiedad y sus estudios primarios los cursa en la escuela "Antonino Aberastain", para pasar luego al Colegio Nacional, donde se recibe de bachiller con Medalla de Oro en 1931. De ahí va a estudiar a Buenos Aires a la UBA. El Dr. Mó hablaba fluidamente el francés, "tanto que en una ocasión lo preparó a Rodolfo, mi hermano, para un examen en francés", recuerda Fernando, y agrega: "Tenía un hobby, la carpintería, y con los libros de carpintero construyó alacenas grandes, camas y la propia mesa de carpintero". Pero aún quedaba mucho por dar nuestro inolvidable comprovinciano, ya que en 1956 fue, sin buscarlo, ministro de la Corte de Justicia local. Mó aceptó tan alta función por unos meses hasta poner al día la Corte porque, decía, "yo vuelvo a mi escritorio que es de lo que vivo", ya que los sueldos de la Justicia eran muy bajos entonces. Otra institución en la que fue protagonista de muchas luchas y reivindicaciones fue la "Federación de Viñateros", desde "donde buscó que se mantuviera a la CAVIC porque ordenaban liquidarla desde Buenos Aires", dice Fernando. 


> Entre la pluma periodística y la actividad cultural

Escribía con mucha frecuencia en DIARIO DE CUYO, Tribuna, Los Andes y luego también en El Nuevo Diario y en Clarín, de Buenos Aires. Desde estas páginas "denunciaba que el INV no hacía controles en San Juan sobre un 'aguamiento' grande del vino, sobre todo en la plantas fraccionadoras de Buenos Aires".


Su paso por el mundo cultural está marcado notablemente por la Biblioteca "Franklin", donde siendo presidente se construye el nuevo edificio y, sobre el final de su vida decide donar una parte de su biblioteca nutrida de volúmenes en materia Jurídica de la provincia, el resto lo cede a la Universidad Católica, al Museo Sarmiento y a la Municipalidad de Pocito, donde vivió su infancia y adolescencia. También fue presidente del Banco de San Juan. Una curiosidad es que también escribió sobre ciclismo, en tiempos en que se comenzaba a llamar a nuestra provincia "Capital del ciclismo".


Llegó a ser presidente de SADE, y según el profesor M. Nain Pringles en el libro homenaje de SADE al propio Fernando Mó, este recibió el premio "Pluma de Oro" de esa entidad, poco antes de fallecer el 8 de marzo de 2007.

Vocación por el estudio

El Dr. Mó cursó sus estudios primarios y secundarios en nuestra provincia y en esos años llegó a ser presidente del Centro de Estudiantes Secundarios de Cuyo, y los de Derecho los cursa en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), obteniendo el título de abogado en 1937. A su regreso a San Juan dicta clases de Historia en el Colegio Nacional, en la escuela Normal y en el entonces Liceo de Señoritas. Por sus méritos, ya de joven y con 26 años, fue diputado en 1940. En 1952 obtiene por concurso la cátedra de Ingeniería Legal en la Universidad Nacional de Cuyo (UNC) que ejerce hasta 1961. Fue tres veces presidente de lo que hoy conocemos como Foro de Abogados de San Juan. Ocupó el cargo de ministro de Gobierno en 1962, bajo la gobernación de Américo García.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista