Estamos recorriendo un tiempo donde la abundancia de información de distintas fuentes va mezclando noticias falsas y otras verdaderas. Entre las noticias falsas se advierte con frecuencia que no sólo de fuentes anónimas, sino también de personas social y políticamente muy importantes, se ponen en boca del papa Francisco afirmaciones que en mi opinión no representan el verdadero sentido de lo que el pontífice quiere transmitir. Por eso es muy oportuna esta encíclica del día 3 de octubre del presente año, para leer, de puño y letra del papa Bergoglio, temas que hoy están en la agenda de la mayor parte de los ciudadanos argentinos.


Un tema tratado es el fin de la conciencia histórica con la consecuente pérdida del sentido de la misma. Se incorpora muy a menudo y se advierte entre los jóvenes de hoy el término "decontruccionismo". Siguiendo el hilo argumental de Francisco, expresa que este concepto colabora con un nuevo modo de penetración cultural que invita a consumir sin límites, fundamentado siempre por un individualismo sin contenidos.


Transcribo textual del texto de la encíclica: "Si una persona les hace una propuesta y les dice que ignoren la historia, que no recojan la experiencia de los mayores, que desprecien todo lo pasado y que sólo miren el futuro que ella les ofrece, ¿no es una forma fácil de atraparlos con su propuesta para que solamente hagan lo que ella les dice? Esa persona los necesita vacíos, desarraigados, desconfiados de todo, para que sólo confíen en sus promesas y se sometan a sus planes".

"Si lo que te ofrecen es gratis es porque el producto sos vos". 

"¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción".


"La política ya no es así una discusión sana sobre proyectos a largo plazo". Las sociedades mayoritariamente se dirigen a buscar recetas inmediatistas de marketing sin saber que se someten a los poderes económicos que necesitan réditos rápidos, con el agravante que para ese fin usan al ser humano como instrumento. En una interesante serie muy actual sobre el mal uso de las redes sociales, se expresa un antiguo dicho que viene muy al caso: Si lo que te ofrecen es gratis es porque el producto sos vos. También se aplica a la política. Si un gobierno emite moneda en exceso para incrementar el gasto público y comprar voluntades, es porque el producto es el pueblo.


Frecuentemente las voces que se levantan para la defensa del medio ambiente son acalladas o ridiculizadas. Por eso Francisco nos invita a la fraternidad y la amistad social. Porque será la bondad del ser humano, y no una ideología, la que mire más allá del mercado y descubra los rostros que sufren y que aparentemente no sirven de nada desde el punto de vista económico, pero tienen un gran valor. Los que libremente soportan el lugar que les tocó, sin perjudicar a los demás, tratando de superarse integralmente día a día, honran a su pueblo. Por eso la bondad es la que integra a todos. Esa es la economía de la salvación y el pago cierra la ecuación con la tranquilidad de conciencia del que cumple la voluntad de Dios. 

Por Alberto Darío Escales
Docente de Doctrina Social de la Iglesia