La conveniencia del riego por goteo está comprobada, aunque hay otras alternativas para ahorrar agua.


Mucho se habla de la importante sequía que aquejará por unos cuantos años a nuestra provincia, que es nada más ni nada menos, producto del cambio climático global. Si hay algo que criticar a los actuales productores agrícolas sanjuaninos es el seguir usando como método de riego el sistema de "riego a manto", esto es lisa y llanamente abrir las compuertas de regadío de entrada a una finca, o predio de cultivo, y a través de acequias llevar agua de riego a las diferentes plantaciones agrícolas. Si bien el sistema de "riego a manto" ha sido utilizado a lo largo de centurias, hoy en pleno siglo XXI, hay países que demostraron que ese empleo de agua de regadío agrícola, es ya obsoleto por el exagerado derroche del vital elemento.


San Juan se encuentra en la denominada región árida del país, con una precipitación pluvial media inferior a los 100 mm por año y con cursos de agua en su mayoría de régimen nival, que han dado origen a asentamientos poblacionales y desarrollo de actividades, sobre todo agrícolas. La provincia tiene una superficie total de 9.648.900 ha de las cuales 1.500.000 ha (algo más del 15%) resultan aptas para el cultivo, pero solo se explotan en la actualidad algo menos de la cuarta parte.


Hoy las nuevas tecnologías nos ofrecen una mejor administración del vital elemento que es el agua y un sistema ya probado y eficaz, es el sistema de riego por goteo.


El riego por goteo se basa en la aplicación del agua de forma lenta y localizada a la planta, por lo que solo regamos aquello que nos interesa. Hay dos maneras de colocar las tuberías, enterradas ligeramente o colocadas de forma superficial sobre la tierra. Los elementos que se utilizan para desaguar se denominan goteros, que liberan un caudal muy pequeño. Todos estos goteros suelen insertarse en una tubería de polietileno que cubre de forma permanente la superficie de cultivo.


Gracias a este mecanismo de riego, reducimos el desperdicio de agua en comparación con los métodos más convencionales, sobre todo el "riego a manto". Y lo mejor de todo: no nos arriesgamos a regar malas hierbas que puedan crecer en nuestra huerta. Como vemos son muchas las ventajas del riego por goteo, pero el fundamental uso de este sistema, es la buena administración del agua ya que la plantación, sea cual sea, recibe el suministro necesario del vital elemento y de esa manera todo el sobrante de agua se puede utilizar en ampliar superficies de cultivos.


Sin embargo, el gran ahorro de agua que produce, permitiendo regar zonas áridas o semiáridas con escasez de agua o con agua de baja calidad, junto con la posibilidad de fertirrigar aumentando la calidad y cantidad de las cosechas, hace que el riego localizado por goteo sea cada vez más utilizado.


En nuestra provincia es muy importante llegar a utilizar la mayor cantidad de tierras que esperan ser cultivadas, por lo tanto, es fundamental el uso racional del agua. 


Las nuevas generaciones deben adecuarse a las nuevas tecnologías de riego y de esta manera no solo se amplía la cantidad de superficie de cultivo, sino también es un beneficio social, ya que crea más asentamientos habitacionales rurales e incrementa fuentes de trabajo directas e indirectas.

Por Jorge Reinoso Rivera
Periodista