Estamos en fechas muy oportunas para las relaciones gozosas y saludables. Estas celebraciones religiosas, son útiles para reflexionar y convivir en tolerancia y armonía. No se puede dejar de reconocer la violencia en todos los ámbitos. Es necesaria la paz interna, la armonía, el equilibrio en nuestros actos, actitudes, y comunicación. Hoy vemos cómo las redes sociales son utilizadas para agredir, no para transmitir la palabra amorosa, optimista, serena y cariñosa. Ni siquiera hay espacios para reflexionar y extraer conclusiones. Así también los personajes de la política, quienes nos representan, dieron ejemplo de violencia con una agitación desmedida en el Congreso de la Nación eso, es falta de paz.


Hoy todos parecemos embuidos en esta violencia. La comunicación es un acto de amor. Los argentinos nos debemos un dialogo, un reencuentro. Es prioritario seducirnos, es decir, tender un puente para que el otro pase y nos encontremos en la misma frecuencia y sintonía. Estos son los valores que necesitamos, es la paz.

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En estas fiestas debemos brindar por una paz que fortalezca los vínculos entre los argentinos...


La noción de educación para la paz fue impulsada por la Organización de las Naciones Unidas en 1970, con el propósito de formar a las nuevas generaciones en una "cultura de la paz'' Ello significa, promover el aprendizaje de actitudes de respeto hacia los demás, de compromiso con los semejantes y responsabilidad por la resolución constructiva de los conflictos.

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La escuela tiene un gran desafío, construir hábitos para la vida en común, como la tolerancia y el respeto con un mundo para todos. La cultura de la paz no consiste en ausencia de conflictos, es una construcción colectiva que sólo requiere del dialogo.


Las relaciones humanas son complejas y la superación pacífica y positiva de estas situaciones, es precisamente la forma de convivir de las distintas culturas. Es ver el conflicto, como una forma de transformar la sociedad y las relaciones humanas. En estas fiestas tan especiales, brindo con los lectores por una paz que fortalezca los vínculos entre los argentinos y recuerdo las palabras de Domingo Faustino Sarmiento quien dijo: 'Todos los problemas, todos, son problemas de educación''.

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Tolerancia y convivencia son los pilares fundamentales para encarar un proyecto institucional. La escuela es un espacio privilegiado para la construcción de la resiliencia (capacidad que tiene una persona o grupo de recuperarse frente a la adversidad) contribuyendo así, al desarrollo integral del alumno para su incorporación a la sociedad. Hablar no es lo mismo que dialogar. A veces, no nos damos cuenta que la buena práctica del diálogo nos ayudará a sobrellevar mucho mejor la convivencia. Todos somos diferentes y el dialogo facilita alcanzar acuerdos, fortalecer los vínculos, y subsanar heridas. Muchas personas suponen que ceder es derrota, por lo que ni siquiera acceden a iniciar un dialogo, hecho que impide solucionar los conflicto. El dialogo tiene ingredientes básicos, como el respeto, la tolerancia y la empatía.