La visita oficial del presidente Mauricio Macri a España buscó ratificar la alianza estratégica entre América del Sur y la península ibérica, en su pedido de inversiones en nuestro país. Fue el motivo principal del viaje, por lo que en su discurso en el Parlamento recordó la larga historia de afecto con expectativas de encarar muchas cosas en conjunto.

Macri aseguró en España que su gestión ha permitido al país salir de una severa crisis económica y lograr una estabilidad que augura años de crecimiento, según dijo al remarcar los logros alcanzados en estos 14 meses. Es probable que de estas afirmaciones no surjan dudas. Pero lo que inquieta afuera es la gobernabilidad, más en un sector de la economía que pide reglas de juego claras. Incluso la canciller Susana Malcorra ha declarado que lo que más aterra a los empresarios es la previsibilidad política.

Todo inversor exige una Argentina de largo plazo para establecer un proyecto y el Gobierno nacional no ofrece confianza por las marchas y contramarchas en cuestiones sensibles. 
Todo más complicado en un año electoral en el que se juegan intereses político-partidistas acotados a tiempos circunstanciales.