Existe cierta especulación de que la guerra comercial del presidente Trump con China podría ser una bendición para México y otros países latinoamericanos, ya que podrían aumentar sus propias exportaciones a los dos mercados más grandes del mundo. Sin embargo, es más probable que una prolongada guerra comercial perjudique a la región tanto económica como políticamente.

El mercado de granos entre Argentina y China no mejoraría en el marco de la guerra comercial con EEUU.


Por supuesto, México podría aumentar sus ventas de productos electrónicos al mercado estadounidense, y Argentina podría impulsar sus exportaciones de soja a China como resultado de la escalada de la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China.


Algunas compañías multinacionales, como la china Fuling Global Inc., que vende vasos de papel a restaurantes de los EEUU, Y GoPro, la firma de cámaras deportivas, ya han anunciado planes para trasladar sus fábricas a México para evitar la amenaza del aumento de los aranceles de los EEUU a los productos chinos.


Pero eso es solo una parte de la historia. La mayoría de los economistas están de acuerdo en que una guerra comercial prolongada entre Estados Unidos y China desacelerará el crecimiento económico de ambos países. Y si las economías de EEUU y China se desaceleran, comprarán menos productos de otros países, incluidos México y América latina.


"Nadie estaría a salvo de una prolongada guerra comercial", dice Alberto Bernal, jefe de estrategia global de XP Securities. "Sería como una gran inundación. Algunos países estarían más inundados que otros, pero todos estaríamos bajo el agua".


Según Oxford Economics, el crecimiento económico de China se reduciría en un 0,8% este año, y la economía de EEUU se reduciría en un 0,3%, si ambos países llevan a cabo sus amenazadas alzas arancelarias.


China ha anunciado que aumentará sus aranceles en productos estadounidenses por valor de U$S 60 mil millones en represalia al anuncio de Trump de tarifas más altas en productos por valor de U$S 200 mil millones en exportaciones de China a Estados Unidos. Se espera que Trump y el líder chino Xi Jinping se reúnan en la cumbre del G-20 en Tokio en junio, y podrían avanzar hacia un acuerdo comercial.


Pero otros economistas señalan que las consecuencias de una prolongada guerra comercial serían mucho más grandes que las previsiones de Oxford Economics, que no tienen en cuenta los efectos secundarios psicológicos de las sanciones comerciales entre Estados Unidos y China.


Los países latinoamericanos se verían más perjudicados por el hecho de que, en tiempos de incertidumbre económica, la gente de la región se apresura a comprar dólares estadounidenses para protegerse de las devaluaciones de la moneda. Eso debilita las monedas latinoamericanas, obliga a los países a subir las tasas de interés y perjudica su crecimiento económico.


Pero, si bien todo esto puede ser evitado por un acuerdo de comercio Trump-Xi, el presidente de los EEUU ya ha infligido un gran daño a América latina al abandonar el papel tradicional de Estados Unidos como defensor del libre comercio y al proporcionar municiones políticas a algunos de los peores populistas de América latina.

Por Andrés Oppenheimer
Columnista de The Miami Herald y nuevo Herald, Miami, EEUU.