El pasado 20 del corriente fue conmemorado el Día de la Soberanía Argentina (el feriado correspondiente tendrá lugar el próximo lunes 28) fecha coincidente con el 65 aniversario de una gran hazaña como fue la de conquistar, por primera vez, la cumbre del cerro Mercedario, por parte de una comisión de militares argentinos, integrada por varios sanjuaninos.

Antes de concretarse esta gran empresa la mole fue visitada tres veces (al menos) por expediciones extranjeras. Las primeras dos incursiones fueron realizadas por el andinista de nacionalidad alemana radicado en Chile, Alfred Maass, en 1933, con sendos fracasos por haberse desencadenado súbitamente un furioso temporal de viento y nieve.

Y una tercera expedición de origen polaco en 1934, la misma pudo vencer la cumbre aún virgen de la mole andina. Fue la primera vez que el coloso fue coronado por el hombre occidental, no sin tener que afrontar innumerables peligros e inconvenientes. Hago referencia de este detalle por que se cree que el cerro fue transitado con anterioridad por las culturas nativas de la zona dado que este territorio fue parte del extenso Imperio Inca.

La época elegida para la ascensión no era indudablemente la mejor, pero por razones imprevistas obligaron a postergar la salida. Las otras expediciones que se efectuaron con anterioridad habían salido en enero, pues se estableció que durante los meses de verano no son tan duros los temporales en la cordillera.

La idea de subir el Mercedario por primera vez fue pensada por miembros del Ejército Argentino, en este caso por oficiales, suboficiales y soldados conscriptos de la Provincia de San Juan, pertenecientes al Regimiento de Infantería de Montaña 22 con asiento en la localidad de Marquesado. Los principales motivos de la expedición fueron: asentar soberanía dado que era la primera expedición Argentina que intentaría llegar a su cumbre, observaciones del camino e investigaciones científicas. El Oficial a cargo fue el Capitán Mario Graci Larravide y el resto de la expedición estaba formada por los subtenientes Mario Eduardo Noya y Carlos Padrón y el sargento 1¦, Arrico Leonardo; los sargentos primeros Francisco Bona y Roberto Stharinger; los sargentos Eugenio Lazo, Horacio Ripalta, Manuel Rodríguez y Dalmacio Villalobos; los cabos Miguel Diblasi, y Joaquín Fernández y como miembros auxiliares de distintas tareas, el subteniente cirujano Dr. Alfredo Nicolás, el cabo conscripto Clemente Salinas y los soldados Santos Alfaro, Matías Rivero, José Grosso y Juan López.

De acuerdo a los informes dejados por la comisión militar de aquel entonces, la misma afirma que la marcha fue dificultosa, no solamente por el suelo pedregoso, sino también por las pendientes pronunciadas que exigieron a hombres y cabalgadura un esfuerzo extraordinario.

En un lugar cercano al Portezuelo Blanco a 4.000 metros sobre el nivel del mar (msnm), la comisión estableció el primer campamento base, al que denominaron Campamento Teniente Primero Huerta. Desde ese lugar partieron dos comisiones, una formada por el capitán Graci Larravide y el sargento Villalobos, y la otra por el sargento 1¦ Bona y el cabo Fernández, con el fin de buscar un lugar para establecer el traslado del campamento a una altura de 4.900 msnm. Este segundo campamento fue denominado "'Soldado Baigorria''.

Era intención de la expedición permanecer varios días en ese lugar, para luego trasladarse a 5200 msnm y efectuar desde allí los reconocimientos previos a la ascensión. El baqueano de la expedición, Custodio Palacios, gran conocedor de la cordillera manifestó que un fuerte temporal amenazaba la zona del Mercedario y que iba a ser necesario emprender la ascensión lo más pronto posible o desistir. No obstante encontrándose frente a una ruta desconocida, el 13 de marzo a las 4.30 horas aproximadamente, con temperaturas bajo cero, la comisión se puso nuevamente en marcha guiada por la consigna de su jefe de llegar a la cumbre, sino todos, por lo menos algunos de los integrantes. Después de 16 horas de duro esfuerzo tres de los expedicionarios se separaron del resto del grupo que de a poco fueron abandonando por falta de aclimatación y agotamiento físico.

Es así, que la cumbre fue coronada por vez primera con la bandera del pabellón nacional el día 13 de marzo de 1946, de una comitiva integrada por 20 militares, solamente el sargento 1¦ Francisco Bona, el sargento Eugenio Lazo y el cabo Joaquín Fernández pasaron a la historia provincial y del andinismo nacional como los primeros vencedores argentinos del, por entonces, segundo cerro mas alto de América, siguiendo al Aconcagua. El altímetro marcaba en esos momentos 6.930 msnm, con el pasar del tiempo y elementos de mayor precisión se comprobara que la altura no estaba bien tomada, siendo la altura actual establecida de 6.770 msnm.

El termómetro marcaba 30 grados bajo cero. Los tres suboficiales depositaron en la cumbre la bandera nacional, los banderines de las unidades del III Destacamento de Montaña y de la I Compañía de Vialidad, un cofre con tarjetas de la expedición y el libro de cumbre, que no pudo ser llenada en la forma acostumbrada por la falta de luz y el intenso frió reinante.

En la parte más elevada se encontró una pirca levantada, probablemente por la comisión polaca de 1934, pero en su interior no se halló nada que confirmara tal presunción. En lugares más bajos fueron encontrados otras pircas, de una de las cuales consiguieron sacar una hoja de un diario polaco del año antes mencionado, un pedazo de sebo y un trozo de bolsa cama de seda.

A la 1.30 de la madrugada del 14 de marzo, en el campamento soldado Baigorria se celebraba el triunfo.

Por primera vez el cerro Mercedario había sido vencido por una comisión Argentina, siguiendo una ruta totalmente desconocida. El capitán Graci Larravide y sus acompañantes consideraron que desde un punto de vista científico la ascensión al Mercedario ha dejado valiosas enseñanzas.

Por su parte, el subteniente cirujano Dr. Tesone, que participó de la expedición obtuvo resultados de las experiencias y comprobaciones realizadas acerca de la puna, circulación sanguínea, presión arterial, hematoma pulmonar y otros detalles observados en los miembros de la expedición que fueron al Mercedario.