Cuando se inició el Cruce en 2005, nunca se pensó llegar a este Bicentenario, repitiendo la experiencia año a año y ahora con presencia multitudinaria.  


El año del Bicententenario del Cruce de los Andes ofrece numerosas propuestas para su celebración en Mendoza y San Juan. El propio gobernador, Sergio Uñac, fue protagonista junto a su par de Mendoza, Alfredo Cornejo, y al presidente de la Nación, Mauricio Macri, del primer acto conmemorativo de la epopeya sanmartiniana. Uñac dejó muy en claro el auténtico papel de los sanjuaninos en el Ejército Libertador y, sobre todo, en el histórico Cruce. 


No es para menos, si nuestra provincia lleva ya 12 ediciones del Cruce, siguiendo esos pasos esclarecidos de San Martín, hacen dos siglos. Cuando en 2005, el entonces gobernador José L. Gioja, dispuso la organización de esta relevante recreación en idéntica orografía, buscó para su coordinación al entonces vicegobernador Marcelo Lima.

Junto a la Guarnición Militar San Juan (ex RIM 22), y a la X Agrupación de Gendarmería Nacional, se formó un triángulo casi perfecto al que se sumaron esfuerzos privados y el apoyo financiero del Estado provincial. 


Al ser elegido intendente municipal de la Ciudad de San Juan en 2011, se suponía que habría cambios pero Gioja, reelecto en la gobernación, volvió a convocar a Lima, para esa tarea hasta finalizar su segundo mandato municipal en 2015, ya que, por esas cosas del destino y de la política, volvió a ser elegido como segunda autoridad provincial en la fórmula que consagró a Uñac como gobernador. Apenas asumido, el actual mandatario ratificó al vicegobernador al frente del trabajo logístico de la organización del Cruce 2016. 


Naturalmente, en ninguno de los doce años pasados, la presencia de Lima a la cabeza de la organización fue casual. La vida durante casi una semana en la cordillera de Los Andes, para algunos se hace eterna, para otros compleja y para los más duchos, muy entretenida. Por eso, la personalidad de Lima, nutrida de precisión y paciencia, actúa con acierto en todos estos casos. Sus condiciones personales marcadas por su preparación intelectual, con conocimientos sobre la montaña y los ciclos de vida de caballos y mulas, así como sobre los riesgos de la cordillera, sumados a su rigor profesional, trato afable y el apoyo de un equipo baquiano, hizo posible que en todas las ocasiones el éxito se coronara sin dubitaciones. Así, lo que llegan contando los expedicionarios es la atención permanente de Lima en cada uno de ellos, su preocupación por cualquier detalle, ya sea técnico, logístico en general y de salud. 


Este Cruce 2017 cuenta con la participación de más de 200 personas, entre 100 efectivos del Ejército, 50 argentinos y 50 chilenos y 130 civiles. En el 2015 el número de participantes fue de 152 personas y en 2016 llegó a 135. Por todo ello, Lima reveló que se siente "satisfecho, orgulloso y muy agradecido de poder concretar un nuevo cruce", y porque "es la oportunidad de que más gente tenga la certeza de que el Libertador eligió nuestro suelo para cruzar la cordillera". 


Sobre los participantes, Lima sostiene que el objetivo es que cada uno vuelva con muchos elementos para analizar la gesta sanmartiniana sobre la base de una experiencia sumamente emotiva.