Seis meses después de la toma de posesión del presidente Andrés Manuel López Obrador, hay razones para preocuparse por el futuro de México, por cuestiones que van mucho más allá del disparatado anuncio del presidente Trump de que impondrá aranceles a los productos mexicanos.

En los primeros meses del gobierno de López Obrador se advierte un excesivo gasto social.

Trump tuiteó el 30 de mayo que impondrá un arancel de 5% a los productos mexicanos a partir del 10 de junio, y que lo aumentará a 25% a menos que México reduzca el flujo de inmigrantes centroamericanos que pasa por su territorio para llegar a Estados Unidos. La decisión de Trump, probablemente destinada a desviar la atención pública de los crecientes llamados a un juicio político en su contra en Washington, sería un golpe mayúsculo para la economía mexicana, y haría aumentar la migración de indocumentados a Estados Unidos.


Pero aunque esta última rabieta de Trump empeorará las cosas, la economía de México ya venía cuesta abajo. Lejos de la promesa de campaña de López Obrador de que México crecería a tasas del 4% anual, la economía se contrajo 0.2 % en los últimos tres meses, según cifras oficiales del gobierno mexicano.


Dos días antes del anuncio de Trump sobre los aranceles, el Banco de México redujo sus proyecciones de crecimiento del país a entre 0,8% y 1,8% este año.


Como escuché de muchos empresarios, la comunidad empresarial se está preparando para lo peor. La mayoría de la gente de negocios dice que López Obrador está gastando por encima de las posibilidades del país y ahuyentando a los inversionistas con sus discursos contra el "neoliberalismo".


Existe el temor generalizado de que López Obrador pronto se quede sin dinero para sus subsidios sociales generalizados, y de que algunas decisiones desastrosas, como la de suspender las obras del aeropuerto de Ciudad de México, continuarán minando la confianza de los inversionistas.


En materia de seguridad, donde López Obrador había prometido una reducción drástica de la delincuencia, los homicidios aumentaron 9,7% durante los primeros tres meses de este año, en comparación con el mismo período del año pasado, según cifras oficiales.


Pero lo que es más preocupante para el futuro a largo plazo del país son las pésimas políticas de López Obrador en el campo de la educación y su desinterés por la ciencia, la tecnología y la innovación.


Pero los primeros seis meses en el poder de López Obrador han sido malos en varios frentes. Lamentablemente, el irracional anuncio de Trump sobre los aranceles a los productos mexicanos -además de hacer aumentar los precios de los automóviles y las computadoras para los consumidores estadounidenses- amenazan con hacer que el futuro de México luzca aún más sombrío.


Los dos presidentes están hundiendo a México, en lugar de aumentar la integración económica y convertir al país en un imán para las inversiones internacionales, lo que ayudaría a reducir la pobreza y la migración ilegal.

Por Andrés Oppenheimer
Columnista de The Miami Herald y nuevo Herald, Miami, EEUU.