Poco le ha servido al hombre su racionalidad para evitar reiteradamente el tropiezo con la misma piedra. Posiblemente, la vana condición enaltecida de su propio género, ha generado una torpe amistad con la suficiencia, que adherida a su frágil humanidad, suele confundírsele como parte de sus esencias que otorga razón al ser.

La sociedad, acostumbrada a colmarse con las notas peculiares, nutre su pensamiento con sutiles formas que adornan erróneamente la realidad, embrollando la explicación al grado superlativo de presentar un acto voluntario del hombre, como una equivocación.

Amigo del conocimiento que transmitía con pedagógica manía, Juan Perón no perdió la costumbre de referirse aún, cuando ya expiraba su tiempo, a esos "amigos'' que se equivocaban en el complejo ruedo de la política. Solía decir de sus amigos, aquéllos que por sus equívocos pierden el retorno, que él no desdeñaba de su amistad, pero "solamente les acompaño -agregaba con ironía-, hasta la puerta del cementerio".

Un hecho de conocimiento público ha dado lugar al puntapié de la campaña electoral 2011 en la provincia, bañando con un manto de dudas lo que por claro, cae por maduro. Resulta que hace un par de años, el Dr. César Ambrosio Gioja, conocido político sanjuanino, intensificó su acción partidaria en la magna estructura justicialista con vistas claras a cimentar la gran organización que estaba en camino desde 1977, que le permitiría el mejor posicionamiento al momento de presentar su candidatura a la gobernación. En ese "todo anhelante" al que se ha hecho referencia alguna vez, fue el marco para que muchos dirigentes y militantes se comprometieran con el proyecto Cesarista, entre ellos los dirigentes Santana y Leonardi, que ante la inminente enmienda en marcha, decidieron renunciar a sus cargos públicos y saltar el cerco interno. Lo que no todos saben, es que las renuncias que tomaron distancia del gobernador, tuvieron como principal objetivo presionar a don César, para que defina públicamente su estrategia, ya que Marcelo, Daniel y Sergio como les llaman a los que se sacaron prestos el traje, más jóvenes y con perspectivas en el devenir, despejaban el camino saturado de interpretaciones diversas. El resonante acto de apresuramiento interno-partidaria en una provincia de aguas calmas como no se ha conocido en otros tiempos, fragmenta la relación estratégica de una familia que dedicó su vida a la ciencia aristotélica, que más allá de la sorpresa, tira por tierra el copete de muchos arrimados al mayor de los hermanos, que enfurecieron exponencialmente al confirmarse con certeza la posibilidad de la enmienda, ya que sepultaba los anhelos a más de uno que guardaba en el bolsillo cargos y promesas para después de octubre. En la reflexión del hombre, esclavo de sus palabras, se caracteriza por ser memorioso cuando hilvana la coherencia. En su largo trajinar el proyecto de José Luis -tal como le nombraba el hermano mayor-, seguía proclamándose con voz Cesarista como el mejor y trascendente, cuando explicaba que "detrás de ese proyecto estamos todos más allá de candidaturas'', reseñando la bondades del mismo y encumbrando la figura del gobernador. En sus largas exposiciones, Don César que recorría todos los foros, ocultaba con un guiño su propia pretensión, aunque era de imaginar. La primavera del 2010 incubó el principio de la diáspora en los laderos de la estructura Cesarista, que a pesar de ello, seguía pregonando: José Luis, mi hermano, dice que "no debemos almorzarnos la cena". En esta expresión estaba implícito no sólo su acatamiento, sino el reconocimiento al conductor.

En este caso, conociendo la vieja estirpe política de la familia Gioja, acostumbrados a lidiar con las buenas, con las malas y con la más fea, hacen presumir que el agua no llegará al río, ya que son muchos los acercados a don César que ya comenzaron el viraje para alejarse de calle Las Heras, más allá del amor o el compromiso personal.

Lo cierto es que, a pesar de los tiempos, la enseñanza y la prédica de Juan Perón sigue alumbrando el camino de los peronistas que han echado mano a su contenido toda vez que fue menester.