Hace unos días el gobernador electo de Mendoza, Francisco Pérez se refirió despectivamente a San Juan al compararla con su provincia. No cabe duda que Mendoza es mucho más importante que San Juan. Tiene varios ríos y valles y lugares para la práctica de deportes invernales y veraniegos; una muy poderosa industria; petróleo y gas y un sin número de otras bondades que le dio la naturaleza y que los mendocinos supieron aprovecharlas.

Desde que los sanjuaninos tienen uso de razón han escuchado de sus hermanos mendocinos que San Juan, era la playa de estacionamiento de Mendoza y otras frases despectivas similares.

Los sanjuaninos han tenido que soportar la rigurosidad de un inmenso desierto rodeado de montañas, donde tan solo el 1% de su superficie es cultivable. San Juan no tiene historia para mostrar, pues su historia yace bajo tierra, producto de sus tremendos terremotos que destruyeron no sólo la parte material, sino la espiritual, pues es muy difícil reponerse ante semejantes embates de la naturaleza.

En los desiertos, solo hay vientos, en verano los labios se resquebrajan ante un sol abrazador y el golpe de las piedritas o gránulos de sal sobre el rostro de aquellos que aún persisten en permanecer en esas inmensidades. En invierno también se resquebrajan y la piel de sus caras son surcadas por arrugas que muy tempranamente aparecen, sin embargo siguen aferrados a su terruño.

En la inmensidad de sus montañas, en invierno no hay temperaturas sobre cero que divide al agua del hielo, en verano el sol es abrasador pues en esas alturas la protección del ozono baja y prontamente aparecen los surcos en las caras como ocurre en sus desiertos.

Pese a todas las adversidades, los sanjuaninos tratan de enfrentar a su hostil naturaleza, creando, investigando, trabajando denodadamente no sólo para sobrevivir, sino para crecer tanto intelectualmente como económicamente. Muchos cientos de mendocinos han pasado por las aulas de nuestra Universidad, fundamentalmente de Ingeniería, y han podido comparar el nivel de conocimientos con otros de cualquier lugar del planeta y sin dudas se han sentido orgullosos de nivel académico. Nunca se ha sentido hablar despectivamente ni subestimar a alumnos por el hecho de ser mendocinos, muy por el contrario se les ha brindado hospitalidad, amistad y cariño.

Cada vez que Mendoza se destaca por algún motivo, los sanjuaninos sienten el orgullo de que una provincia cuyana haya obtenido algún logro, porque se tiene muy arraigado el tema de cuyano como si fuese una misma tierra en que la naturaleza puso a la geografía de cuatro provincias para que trabajaran juntas para el bien de todas ellas.

La realidad es que pareciera que Cuyo está dividido en dos, por un lado tres provincias, San Juan, San Luis y La Rioja, que luchan contra viento y marea para salir de su aislamiento y pobreza, y por el otro Mendoza, pujante y próspera.

De todas ellas, San Juan podría ser considerada la "hermanita fea'' del cuento infantil.

Cada vez que nuestra provincia ha logrado perfilarse para salir de su extrema situación, tanto los gobernantes como los representantes de distintos sectores de la vida provincia de Mendoza han hecho todo lo posible para evitar ese despegue llegando, inclusive, a plantear diversos temas en la Corte de Justicia de la Nación.

La oposición siempre se ha estado planteando ya sea que se trate de la Promoción Industrial o el desarrollo minero, como cumpliendo con un designio que obliga a que Mendoza siempre tiene que ocupar el primer lugar en desarrollo social y crecimiento económico.