Las cosas caen por su propio peso, dice el refrán. Y San Juan parece un fiel reflejo de esa frase. Han cometido en el Gobierno nacional tres o cuatro errores que les está costando revertir. ¿Torpeza? No, sinceridad brutal, parecería: que el jefe de Gabinete de Ministros admita en una entrevista con este diario que no van a ayudar a los empresarios con los fletes o los beneficios impositivos, simplemente porque no; que el máximo referente de ese espacio en San Juan tropiece con sus propias palabras y no pueda justificar/arreglar lo que hizo mal su jefe en Buenos Aires; que le refrieguen en la cara a los sanjuaninos obras que no han terminado y que lancen sus candidatos desde una ruta que luego se frenó, no son interpretaciones de los medios, ni exageraciones de los periodistas, son datos de la realidad. Toda esta inserción de los funcionarios nacionales le está costando, por ahora, un par de puntos de intención de voto a Eduardo Cáceres quien, pobre, no hace otra cosa que seguir al pie de la letra el manual que le armaron en Buenos Aires. Esa sucesión de errores golpea fuerte la estrategia macrista nacional, de estar "cerca" de la gente. Aquel "Estoy con vos" que inauguró Mauricio Macri en la campaña Presidencial de 2015 y que tuvo como protagonistas sanjuaninos a Myriam, Arlington y Ángela, tres de las tantas personas de todo el país que recibieron al entonces candidato, para ayudarle, queriendo o no, en aquella campaña de baño popular que luego lo llevaría al máximo cargo ejecutivo del país. ¿Qué hacen en el Gobierno local con esa ventaja? Aprovecharon, obviamente. Sergio Uñac sabe que juega con fuego, por eso, parece, bajarán los decibeles en el resto de la campaña. O no, depende de muchas variables.


Todo empezó el mismo día que este diario publicó una entrevista exclusiva con Marcos Peña, el jefe de Gabinete de Mauricio Macri. Marcos fue sincero y claro: no habrá promoción industrial ni ayuda para fletes. Todos los argentinos les pedimos siempre a los políticos que sean sinceros, que no mientan y Peña fue todo lo que la gente quiere que sea, no anduvo con vueltas. Sin rodeos, dijo que los sanjuaninos no están en la agenda del Presidente, porque el objetivo es otro. El objetivo son las rutas, la conectividad, las mejoras en el aeropuerto. Al menos eso se desprende de las respuestas de esa entrevista. Claro, Marcos y Mauricio olvidaron que estamos a más de mil kilómetros del puerto y que eso significa para el empresariado de este lado del país, un 40 por ciento de desventaja frente al resto de sus competidores. Detalles, nada más.

La sucesión de errores golpea fuerte la estrategia macrista nacional, de estar "cerca" de la gente.


Después fue el Ministerio de Hacienda de la Nación al comunicar que iban a frenar la importación de un par de productos, menos el vino. A San Juan nada más ya ingresaron más de 21 millones de litros de vino y eso planchó los precios, como denuncian los productores y las asociaciones empresarias de ese sector. Segundo traspié nacional en San Juan.


Después fue Sebastián García De Luca, el viceministro del Interior, con una frase que quedará en la historia de la política argentina: "En San Juan el tren de cargas llegó con esta gestión después de 15 años de inactividad, hoy ya lo usan los sanjuaninos quienes se ahorran hasta un 40% del flete, esto es un indicio de dónde está el foco del presidente Mauricio Macri y su equipo, que es totalmente a la inversa de un impuesto al vino". Dios. Probablemente De Luca se refiera al tren que usa la empresa Peñaflor, que va desde Caucete hasta Buenos Aires. Pero eso es un acuerdo entre Peñaflor y el Gobierno nacional, nada más. Para colmo, esa firma es la que ha importado el vino chileno y se puede suponer con facilidad que Pañaflor usa la línea del ferrocarril que todos los argentinos pagamos, pero para exportar vino chileno importado a menor valor que el producido en San Juan. Locura total.


Todo lo ocurrido en San Juan puede ser testimonial, porque da en el centro de la estrategia de comunicación que impuso el PRO y que otros candidatos y frentes han copiado. Cristina Fernández sube a los escenarios a gente común para que esas personas relaten lo mal que lo están pasando con la gestión de Macri. Es una copia muy fiel de lo que el actual Presidente hizo en 2015: ese año recorrió el país y se filmó compartiendo distintos momentos con personas comunes en sus escenarios, en sus casas. Estar cerca. "Estoy con vos", relataba el spot en el que no se lo escuchaba a Macri, sólo se lo veía, y que arrancaba con la canción de campaña cuya letra afirmaba la idea de cercanía con la gente.

Uñac ha logrado el apoyo del Gobierno nacional, pero jamás se convertirá en el salteño Juan Manuel Urtubey.


Que el viceministro del Interior no sepa que en San Juan no está funcionando el tren de cargas, es un misil al centro de esa estrategia de comunicación política. El PRO no sabe lo que pasa en San Juan, al menos en ese aspecto, se puede afirmar sin temor a equivocaciones. Comida fácil para los referentes del Frente Todos. ¿Qué hace el uñaquismo para aprovechar que les están dejando la pelota frente al arco sin arquero? No mucho. Uñac sabe que no puede dejar que el agua llegue al río y, como ocurrió en la interna, confiará en él mismo a la hora de gambetear sus vínculos con el Gobierno nacional. Hay que decir que la interna la ganó con la misma estrategia, por tanto, tiene experticia suficiente como para confiar en él mismo para éste nuevo desafío. La semana que viene viaja a Buenos Aires para empezar a negociar con la Suprema Corte de Justicia de la Nación un reclamo judicial que implica el 6 por ciento del presupuesto y el 10,2 por ciento de la coparticipación federal de impuestos, es decir, la friolera de unos 2.100 millones de pesos. No puede darse el lujo de aprovechar todo el camino que le dejan libre, porque tiene que seguir gobernando. Uñac ha logrado el apoyo del Gobierno nacional, pero jamás se convertirá en Juan Manuel Urtubey. El gobernador de Salta ya no es peronista, dicen los peronistas. Uñac tiene que equilibrar hacia adentro, pero más que nada hacia afuera, porque de ello depende su futuro y el de la provincia.