Con motivo de la conmemoración del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento mañana 11 de septiembre, me referiré al desempeño como presidente de la Nación, al cumplirse 150 años de su asunción a ese cargo.


El hecho de que un maestro sanjuanino llegara a ocupar la primera magistratura de nuestro país necesita ser recordado por tan destacada participación. Mientras se encontraba en EEUU fue elegido para ocupar este cargo y de viaje de regreso al país ya sabía que se lo esperaba con ansias para que cumpliera con este significativo rol, que le tocaba desempeñar. Conociendo que había sido electo expresó: "El pueblo argentino se honra a sí mismo eligiendo para presidente a un maestro de escuela, prefiriéndolo a un general". Recién el 12 de octubre de 1868 asume la presidencia, hasta el 12 de octubre de 1874. Previo a este hecho, Domingo Faustino Sarmiento había ocupado varios cargos políticos, que sin dudas le sirvieron de experiencia para consolidarse y enfrentar muchos contratiempos que se le presentaron durante su gestión. Fue diputado electo por Buenos Aires en 1852, también concejal municipal en 1855, senador en 1857, diputado por Buenos Aires en 1859, nuevamente senador y ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores en 1860. Entre 1862 a 1864, se desempeñó como gobernador de la provincia de San Juan.

Observatorio Astronómico de Córdoba.
Colegio Militar de la Nación.

Todo el bagaje adquirido por medio del conocimiento y el ejercicio como político hizo posible llevar adelante y concretar muchos objetivos. Pero qué mejor que citar su propia palabra para describir parte de su gestión. En una carta a Mary Mann, sus amigos en EEUU, le escribe desde Buenos Aires el 11 de agosto de 1869, a casi un año de haber asumido la presidencia. "Mi estimada amiga (...) Voy a hacerle un ligero resumen de mis trabajos, en estos ocho meses: Moralizar el cobro e inversión de las rentas, con economía de millones. Levantar el crédito de 44 a que encontré los fondos públicos a 66, a que están ahora. Censo: levantándose por primera vez. Límites de provincias; para fijarlos y determinar cuáles son las tierras públicas en discusión. Fronteras: avanzad 2.000 leguas de superficie. Ferrocarriles: el de Uruguay contratado. El de Río IV propuesto. El de Jujuy, en estudio. Colegios, en cuatro provincias. Escuelas en todas las que se puede. Temo que el Observatorio Astronómico no sea admitido por las Cámaras. Lo he presentado en el Presupuesto y hay una gran resistencia. Para unos es un lujo; para otros un exceso de gastos; para otros una contrariedad, que me hacen en no votarlo y no lo harán. Para todos podemos pasarnos sin Observatorio como hasta aquí. ¡Este es el país!". Y se atreve a confesarle su preocupación ante las revueltas en el país, e inclusive le hace llegar las noticias de "mi San Juan, donde un gobernador depuso y aprisionó una Legislatura". Y comenta como buen escritor su estado de ánimo: "Pudiera decirle que salgo de debajo del agua a tomar aire en la superficie, para volver luego a hundirse en el piélago de dificultades que me asaltan por todas partes". "... El país se presenta para lo futuro, sombrío y creo que no podremos resistir en paz. Me despido de usted hasta otra vez. Su afectísimo amigo".

Colonias agrícolas en el Litoral.

Si bien este resumen constituye un repaso de la realidad vivida en los primeros meses de haber asumido su obra no termina aquí. Fundó el Observatorio Astronómico de Córdoba y la Facultad de Ciencias Exactas. Se extendieron líneas telegráficas y líneas del ferrocarril, con el objeto de unificar el país. Su preocupación por desarrollar ferrocarriles en las zonas que no interesan a las empresas inglesas, como el Transandino y la línea ferroviaria Córdoba-Tucumán. Se instalaron oficinas meteorológicas. Apoyó a la industria vitivinícola y a las de las carnes congeladas. Se construyeron escuelas en el interior del país y se crearon bibliotecas populares, y las primeras escuelas normales, anexas a los colegios nacionales de Corrientes y de Concepción del Uruguay (1869) y de la Escuela Normal de Paraná en 1870. Se fundó el Colegio Militar (1869) y la Escuela Naval (1872). Se realizó el primer censo escolar. Se creó el Jardín Zoológico. Se explotaron los ríos Negro y Neuquén, Limay. Se realizaron estudios de suelos en busca de riquezas para ser explotadas. Realizó el primer censo nacional en 1869, poniendo de relieve los aspectos de la estructura social que necesitaban ser modificados. Por medio de su propia iniciativa se crearon en la región cuyana las cátedras de Minerología en los colegios Nacionales de Catamarca y de San Juan. Dio impulso a la inmigración, que se asentó perfectamente en la región del Litoral, lugar en el que se fundaron numerosas colonias agrícolas. Para evitar una nueva epidemia de fiebre amarilla dispuso la creación de un nuevo cementerio en la Chacarita. Y también se aprobó el Código Civil creado por Dalmacio Vélez Sarsfield, su ministro del Interior. En la carta citada anteriormente, Sarmiento tal vez a través de la siguiente expresión pueda servir como conclusión de su mirada con respecto a una autoevaluación de su propia gestión: "Ya ve usted que tengo mucho que sufrir y lo peor es tener que decirlo a amigos calurosos como Usted, que me desean felicidad y habían concebido halagüeñas esperanzas". Sin duda durante su presidencia Sarmiento le dio impulso a la educación para fortalecer el crecimiento económico, político y social de la República Argentina.

Por la Dra. Gladys Aballay Meglioli    Filología Hispánica.