Las bicisendas contribuyen con un medio de transporte que tenía sus dificultades.


La idea del espacio público, ha sido discutida muchas veces en centenares de ciudades del mundo. Los estudiosos en la materia afirman que el paradigma urbano del movimiento moderno piensa más en los altos edificios y en nuevas avenidas de circunvalación, que en mejorar la vida en los núcleos urbanos. Y la ciudad de San Juan va velozmente camino a convertirse en una urbe caótica y ruidosa sino se pone atención a las necesidades actuales. Todos sabemos que la producción urbano-arquitectónica de esta Capital responde a condiciones singulares ocasionadas por el terremoto de 1944, gran gestor de alteraciones estructurales en la imagen de nuestra Ciudad. Al sismo se sumó 12 años después (1956) la topadora del interventor Marino Bartolomé Carreras que "terminó de poner en línea la Ciudad+, pero enterró salvaje e innecesariamente soberbios testimonios de una estética colonial de casi 400 años de historia. Y como el destino de las ciudades parece que suele ir paralelo al de sus habitantes, hoy se lucha, no solo por preservarla y protegerla, sino por adecuarla a los nuevos tiempos. Al cumplirse un mes de su llegada al cargo, el nuevo intendente de Capital, Emilio Baistrocchi, inauguró bicisendas, lo que representó para los observadores un golpe de hábitos nuevos en una población que, entre otras cosas, ama la bicicleta, pero que no se animaba a usarla en el radio céntrico. Quizá porque este San Juan moderno no ha nacido al hilo de la vida de su gente, sino "por necesidad y urgencia'', lo que hizo difícil, incluso, descubrir hasta ahora en el corazón de la Ciudad su rostro humano o una identidad. Y justamente, en su reciente discurso de apertura de sesiones del Concejo Deliberante de la Capital, Baistrocchi usó varias veces el término "identidad+, para explicar ese referente sustancial cuando se piensa cambiar o buscar una evolución acertada y efectiva para todos los habitantes. ¿Y cuál es nuestra identidad, la afinidad de esta capital sanjuanina con piel de cemento? Podríamos escuchar decenas de respuestas diferentes, pero a la hora de un veredicto oficial, no existe una a primera vista. Estamos hablando en el marco de la Planificación Urbana, y con mayúsculas porque así se llama el área municipal a quien compete el tema que aquí analizamos.

Cuando la abordó también en su discurso el intendente capitalino, aseguró que se ha programado para los próximos 4 años "el desarrollo de nuevas alternativas de Ciudad, austeras y en perspectiva a futuro+, y aclaró inmediatamente que en todas estas iniciativas priman "los criterios de sustentabilidad en los materiales usados y, en lo posible, proyectos a ser resueltos con recursos municipales+, para desembocar en un planteo estratégico que "implica la incorporación de tres dimensiones del desarrollo urbano: social, económica y ambiental+. Mientras tanto, hay que recordar que cada intendente que asume en Capital es consultado sobre qué hará con las veredas en mal estado y cada uno que pasó hizo lo que pudo en esa materia.

Pero las veredas, un espacio clave para el desplazamiento de miles de personas, muestran baches producto de la rotura de baldosas, auténticas trampas a las que se expone el transeúnte. Construidas con la nueva urbe de la tierra de Sarmiento, ya han sufrido más de 60 años de uso, y pareciera que hay esperanza de solución si tenemos en cuenta que, en su discurso, Baistrocchi habló del programa "Mi vereda+, cuyo título no debe ser casual ni decorativo, sino que responde a la realidad de que la vereda es del frentista propietario de la vivienda. Dicho en otras palabras, la municipalidad aportará materiales a los vecinos y los frentistas pondrán la mano de obra con la inspección municipal correspondiente. Los cien mil vecinos que habitan Capital y los otros cien mil que entran a ella a diario, confían con esperanza.

Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista. Autor del libro "Así era San Juan cuando nació la Patria'' (Cícero Ediciones)