"Se impone tomar medidas urgentes para equilibrar la macroeconomía del país, incrementar la inversión privada,... organizar el sistema productivo y aumentar la formación del capital humano...''


Análisis empíricos, demuestran que la relación entre la educación y el crecimiento económico es positiva, y mayor, en países más desarrollados y con importante inversión en capital humano. Estos estudios, realizados mediante modelos de mínimos cuadrados ordinarios (mco), sobre 91 países, en un período de 46 años, han demostrado la alta relación existente entre estas dos variables (Bernal Montoya, 2017).


Otros modelos aplicados para el estudio de esta relación, como la metodología de panel dinámico de Arellanao y Bond, en 62 países y en un período de 30 años, han establecido por otro lado, que el mejoramiento en los tres niveles educativos (primaria, secundaria y nivel terciario), es significativo para el crecimiento del PBI per cápita en un país (Bonilla Cárdenas, 2016).


No obstante, en la Argentina, si bien se podría considerar que desde hace más de 40 años (entre 1970 y 2010) existen acciones para con el desarrollo humano, en una mirada desagregada teniendo en cuenta salud, educación y crecimiento económico, el PBI ha tenido un comportamiento errático con resultados magros (Herrero et al., 2012).


Este hecho, ha llevado a que, en los últimos 30 años, el crecimiento económico haya sido muy bajo, los resultados económicos muy volátiles, deteriorando el posicionamiento en relación con otros países de la región. Asimismo, la pobreza se encuentra en un aumento sostenido, con amplias fluctuaciones del PBI per cápita, produciendo un desarrollo económico fragmentado en la sociedad. Por lo que, se impone, el tener que tomar medidas urgentes en cuanto a, equilibrar la macroeconomía del país, incrementar la inversión privada, fortalecer el marco normativo, organizar el sistema productivo y aumentar la formación del capital humano (Banco Mundial, 2005).


Por otro lugar, y retomando la relación específica de la educación con el crecimiento económico, trabajos recientes como el realizado en México entre 1990 y 2014, aplicando el modelo de mco, determinó una endeble relación entre estas variables. La explicación estaría, en que los indicadores educativos crecen más lentamente en el tiempo que los económicos, y adquieren mayor fuerza, factores como, la tasa de natalidad, el valor agregado de la industria y el desarrollo en la tecnología (Favila-Tello, 2018).


Sin embargo, cabe a esta altura, preguntarnos en el contexto de qué modelo político se encuentra sucediendo esta relación entre educación y crecimiento económico en nuestro país y en Latinoamérica. Una gran cantidad de autores, asumen que nos encontramos en un escenario de un modelo, el cual, entre otras acciones, lleva a la formación de pensamientos y valores homogeneizados y alineados a los centros de poder y a la lógica del capital y movimiento de los mercados. Modelo, que conduce, a profundizar la falta de acceso a la educación, a la reducción del gasto educativo y a la menor inversión en capital humano (Gómez Rodriguez, 2015).


Por lo que, es perentorio comenzar a hablar de "desarrollo económico'', el cual se encuentra ligado íntimamente con la educación y el crecimiento económico, y se concibe como un fenómeno multidisciplinar que relaciona aspectos educativos, sociales, políticos, económicos y culturales.