Vladimir Putin, el dictador ruso, responsable del genocidio ucraniano, no tiene piedad de los civiles inocentes entre niños, mujeres y ancianos.

Matar por matar. Esa parece ser la intención del criminal de guerra Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa. Ya no sólo fue la invasión a un país independiente, democrático y libre como Ucrania, sino que al encontrarse con la feroz resistencia del pueblo ucraniano por medio de sus fuerzas armadas y voluntarios civiles, comenzó a utilizar armas prohibidas por la Convención de Ginebra y la ONU. Pero además, las fuerzas militares que él manda comenzaron a matar a mansalva a civiles desarmados de todas las edades. Con un total desprecio por la vida comenzó a exterminar refugiados en escuelas, shoppings, hospitales, entre otros lugares. No le importa nada. Se trata de acciones inauditas en pleno siglo XXI, donde los diálogos diplomáticos se imponen antes de llegar a estas situaciones inhumanas, aprovechándose del poder militar de ese país que fue líder de la ex Unión de Repúblicas Socialiastas Soviéticas (URSS). Tal crueldad diabólica, solo tienen parangón con las matanzas que llevó a cabo Joseph Stalin cuando invadió Polonia en la Segunda Guerra Mundial, como Hitler y la limpieza étnica que hizo en toda Europa, incluyendo el Holocausto del pueblo judío, el holocausto armenio como tantos otros que suceden en la actualidad.

Es que Putin está obsesionado con lo que alguna vez fue el imperio ruso comandado por los zares primero y por el comunismo nefasto después. En cualquiera de los casos llevó al hambre, la miseria y muerte al propio pueblo ruso y a los pueblos que fueron sometidos por los deseos expansionistas de estos gobernantes. 

Por tal motivo, hoy es Ucrania. Pero mañana pueden ser los países que limitan con Rusia. Y, lo que es peor, una posible III Guerra Mundial, la que tendría efectos devastadores en toda la humanidad. Ya no se puede permitir a dictadores que hagan su voluntad en contra de sus propios ciudadanos y naciones vecinas. Los gobernantes y pueblos democráticos del mundo deben reflexionar y actuar ante semejante salvajismo diabólico de personajes nefastos para la humanidad, amparados bajo el poder político y militar.

 

Los muertos de la guerra

El Ejército de Ucrania estimó en cerca de 17.000 los soldados rusos muertos en combate desde el inicio de la guerra, el 24 de febrero. El Estado Mayor del Ejército ucraniano indicó además en un mensaje en su cuenta oficial en Facebook que hasta la fecha han sido destruidos 586 tanques de combate, 302 sistemas de artillería y 95 lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados, reseñó la agencia de noticias Europa Press. Asimismo que fueron destruidos 123 aviones, 127 helicópteros, 54 sistemas de defensa antiaérea, 1.150 vehículos, siete embarcaciones, 73 tanques de combustible y 66 drones. Mientras, las pérdidas de las Fuerzas Armadas de Ucrania han ascendido a unos 30.000 efectivos, de los cuales 14.000 han muerto y otros 16.000 sufrieron heridas, mientras unos 7.000 militares ucranianos murieron en los combates ocurridos en las zonas disputadas del Donbass, en el este del país, uno de los principales frentes de combate, de población rusoparlante.

Chernóbil Ante una catástrofe

La ocupación por parte de las tropas rusas de las instalaciones de la central nuclear de Chernóbil puede originar una catástrofe que no sólo afecte a los ucranianos, aseguró la ministra para la Reintegración de los Territorios Ocupados Temporalmente de Ucrania, Iryna Vereschuk. Por otra parte, la ministra confirmó que "esta semana hubo una rotación completa del personal de Chernóbil, que pasó más de 600 horas en sus puestos de trabajo, cumpliendo con valentía sus funciones bajo la presión de los ocupantes". A cambio de estos trabajadores, "otros 59 especialistas, incluidas seis mujeres. A todos los consideramos rehenes de los ocupantes", sentenció. 

Putin negocia envío de 800 terroristas de Hezbollah

El criminal de guerra que gobierna Rusia, Vladimir Putin negocia el envío de 800 terroristas de Hezbollah a Ucrania con una paga de unos 1.500 dólares al mes por cada combatiente. Así lo aseguró Novaya Gazeta, el medio independiente más influyente de Rusia. La relación con el grupo terrorista tiene un interés en común: Siria. De hecho, las tropas rusas y los combatientes libaneses controlan juntos gran parte del territorio en respaldo al dictador Bashar Al Assad. Es que soldados rusos sin experiencia, miles de bajas -entre ellas altos generales- y un mal uso de los equipos están prolongando la incursión del Kremlin, mientras las sanciones internacionales asfixian poco a poco su economía.

 

  • Cierra el último diario independiente de Rusia

El periódico "Nóvaya Gazeta", dirigido por el premio Nobel de la Paz Dmitri Murátov, anunció ayer lunes su cierre temporal debido a las advertencias del Roskomnadzor, el regulador ruso de las comunicaciones, en plena "operación militar especial" rusa en Ucrania. "Hemos recibido dos advertencias del Roskomnadzor. Mejor cerramos, ya que si recibimos una tercera advertencia nos pueden retirar la licencia y eso significaría nuestra desaparición", informó Nadezhda Prusenkova, jefa de prensa del rotativo. Murátov, reelegido como director en noviembre pasado y considerado el patriarca de la prensa libre en Rusia, fue galardonado en 2021 con el Nobel de la Paz junto a la filipina María Ressa. Las autoridades rusas cerraron en las últimas semanas los otros dos medios más críticos con el Kremlin: la emisora de radio "Eco de Moscú" y el canal de televisión "Dozhd". 

G7 y el pago en rublos 

Los ministros de Economía del G7 coincidieron ayer lunes en calificar de "inaceptable" la exigencia del presidente ruso, Vladímir Putin, de que los suministros de gas y de otras fuentes de energía sean pagados en rublos. "Todos los ministros coincidieron en que exigir el pago en rublos constituye una violación de los contratos vigentes. Un pago en rublos es inaceptable y pedimos a las empresas que rechacen la petición de Putin", dijo el ministro alemán, Robert Habeck. Alemania desempeña este año la presidencia de turno del grupo de países que reúne a las principales potencias económicas mundiales. Por otra parte, Habeck dijo que la exigencia de Putin puede verse como un síntoma de que las sanciones al banco central ruso que impiden el comercio de divisas con otros países lo tienen "contra la pared".

Alemania piensa en un sistema antimisiles

El Gobierno alemán se plantea instalar un sistema especial de defensa antimisiles ante la nueva situación de seguridad en Europa que plantea la invasión rusa de Ucrania. "Ante una situación en la que uno de los vecinos no está dispuesto a respetar normas internacionales hay que tomar ciertas medidas", dijo el el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Hebestreit, quien no quiso entrar en detalles sobre el tipo de sistema en que se piensa dotar al Ejército alemán porque, dijo, es demasiado temprano para ello. La idea que circula es la de dotar a Alemania de un sistema similar al Iron Dome (Cúpula de Hierro) que se utiliza en Israel, que debería abarcar a todo el país.

 

Agencias Reuters- EFE