El optimismo reflejado por sectores empresarios sanjuaninos sobre el rumbo económico, luego del pronunciamiento en las urnas el domingo pasado no tiene su correlato en el sindicalismo local. Un sondeo realizado ayer en sectores gremiales reveló que persiste el malhumor en general, con bajas o nulas expectativas de mejora a corto y mediano plazo, y en cambio se mantiene la preocupación por el empleo y por la perdida del poder adquisitivo de los trabajadores. La agenda de temas a tratar a partir de ahora también difiere de la del empresariado. Los sindicatos insisten en la economía real, que afecta a los puestos de trabajo y al bolsillo.

Reclaman medidas tendientes a fortificar la industria nacional por sobre la importación, mayor apoyo a las pymes como generadoras de empleo; y más fuerza en bajar los precios y combatir la inflación. En cambio, hay alerta sobre el alcance de las reformas estructurales que insinúa el gobierno de Cambiemos y piden los empresarios locales -reforma tributaria, laboral y de jubilaciones-, las cuales podrían tener una envión tras el amplio apoyo logrado en las primarias. Ese malestar también reina a nivel nacional al punto que la CGT confirmó la realización de una movilización el próximo 22 de agosto (ver página 15). ‘’Yo no soy optimista. Vemos que el sector de la macroeconomía está funcionando, pero a las economías regionales no llega absolutamente nada’’, opinó Antonio Ponce, el referente de Camioneros. Más crítico y pesimista aún fue el número dos de la UTA, Néstor Romero, quien vaticinó que con este modelo político ‘varias pymes van a quedar eliminadas’’, porque a su entender la economía está orientada a los grandes capitales que en el actual escenario prefieren apostar al sistema financiero antes que invertir en empleo e infraestructura. Enrique Faraldo (Alimentación) destacó que si bien el voto ha expresado un respaldo, no está de acuerdo con las medidas económicas que se han implementado porque ‘’hay una situación muy difícil por la falta de empleo y creación de nuevos puestos, que va muy de a poco’’, manifestó.
 

‘’Salvo el dólar, no se modificó nada después de las PASO’’, dijo categórico Eduardo Cabello, cabeza local en la CGT y referente del sector de la Construcción. Si bien admitió que ese sector ha mejorado sus indicadores en los últimos tiempos expresó que el gobierno nacional debe poner más contundencia en medidas que tiendan al desarrollo de la industria. ‘’Para eso debe defender la industria nacional que es lo que va a salvar el empleo, no así la importación. Y trabajar más sobre los formadores de precios para evitar que se disparen los valores de la economía’’, demandó. Los precios del supermercado y almacén precisamente son la principal preocupación de Stella Zalazar, secretaria General del Sindicato de Empleadas de Casas de Familia, que pide un freno a la inflación. La gremialista dijo que no está en contra del gobierno, pero advirtió que se transita una etapa ‘muy difícil’ porque aumentó el empleo en negro en su sector (habló del 80% de trabajo sin registrar). ‘’A pesar de las conquistas logradas este sector no logra cobrar siquiera para comprar una canasta básica’’, lamentó, y agregó que el valor legal de $64,40 la hora ‘no alcanza para el boleto ni para comprar un kilo de carne, menos para medicamentos o pagar la luz’’. 

El sindicalismo local no mostró el optimismo de los empresarios tras el resultado de las urnas. 

LAS REFORMAS ‘DE FONDO’

En general, los gremios consultados no ven mal avanzar en una reforma tributaria, pero miran de reojo la reestructuración laboral o de jubilaciones. Faraldo dijo que es necesario tratar esos temas para que las empresas sean competitivas y puedan vender, pero respecto a la reforma laboral dijo que sólo se puede acordar en puntos que no quiten derechos a los trabajadores. ‘’Quién duda que la reforma tributaria es necesaria, ahora, con la reforma laboral, ¿que más le quieren quitar a los operarios?‘, cuestionó Ponce. Romero opinó que son temas para defender a las grandes empresas, en tanto que Cabello descartó la posibilidad de discutir algo que afecte al trabajador. ‘’El costo laboral debe referirse sólo a los impuestos que cobra el gobierno, porque el trabajador sigue con una situación donde la inflación es galopante’’, afirmó.