Tarea. Si bien no integran grandes empresas, los miembros de la nueva cooperativa generan movimiento y dan trabajo en Los Berros.


Se llama Cooperativa Minera Los Berros y está formada por 11 empresarios medianos de esa localidad sarmientina que han decidido agruparse para incrementar su producción y ganar nuevos mercados. En conjunto generan unas 7.500 toneladas de cal mensuales, lo que en la práctica sería alrededor de una tercera parte de lo que elabora una de las consideradas empresas grandes del sector, que es poco más de 20.000 toneladas cada 30 días.

La idea de agruparse fue para poder mejorar sus empresas, que hasta ahora dan trabajo a unas 55 personas en forma directa, pero que demandan insumos, como trabajo a las metalúrgicas de la zona, además del transporte, porque toda su producción la trasladan en camiones. Todo lo que elaboran tiene como destino el mercado nacional, en provincias como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Chaco.

Se trata en realidad de la segunda cooperativa que funciona en la zona. La primera, llamada Cooperativa de Productores Mineros (Coprocami), se formó hace unos 5 años atrás integrada por pequeños productores que hacen una elaboración artesanal de la cal en pequeños hornos criollos, como les llaman en esa actividad. La entidad tiene unos 27 asociados, todos de Los Berros.

"Queremos mejorar nuestras empresas para poder seguir trabajando y generando mano de obra en la zona", dijo Juan Alberto Femenía, secretario de la cooperativa que preside Daniel Héctor Martín.

Como una de sus primeras actividades, los empresarios estuvieron reunidos días atrás con el ministro de Minería, Alberto Hensel, quien comprometió la ayuda oficial para el sector. "La idea que tenemos es ayudarlos a que sean más competitivos, que se modernice y que puedan conquistar nuevos mercados", dijo el funcionario. En ese sentido puso a disposición de los caleros líneas de crédito con tasas subsidiadas para que puedan, por ejemplo, equiparse.

Otra cuestión que plantearon los integrantes de la nueva cooperativa fue el problema del carbón residual de petróleo, el combustible con el que hacen funcionar los hornos. Femenía dijo que lo compran a 175 dólares la tonelada, el precio histórico (ver aparte), que con impuestos más el flete representa unos 10.200 pesos la tonelada.

El ministro Hensel se comprometió a ayudar a estos productores, a partir del antecedente del año pasado, cuando se aportó ayuda a caleros pequeños.

  • La ayuda oficial

A mediados del 2018 y para que no se perdieran unos 600 puestos de trabajo, el Gobierno provincial subsidió el equivalente a 25 dólares de los 175 que costaba la tonelada de carbón residual. Pese a que el precio histórico de la tonelada osciló en 100 a 120 dólares, a partir del 2017 pasó a costar 175 dólares más flete e impuestos. Con un dólar a 20 pesos era un tema difícil, pero en el 2018 trepó a los 28 y 29 pesos. Por eso el Gobierno intervino con el subsidio que se prolongó durante 3 meses y que fue para los pequeños productores de cal. El problema afectaba a los productores chicos ya que las grandes caleras cuentan con hornos duales y optaron por usar el gas, que estaba más barato que el carbón.