Las 250 entidades vitivinícolas afiliadas a Bodegas de Argentina reclamaron al Gobierno Nacional una serie de medidas para afrontar la crisis provocada por el coronavirus. Entre ellas, se encuentra que el INV no suspenda a las empresas que no pueden abonar la contribución obligatoria a la Coviar. También pidieron que abran las vinotecas, que las exportaciones de vino no paguen retenciones y que no se incluya al vino embotellado en una posible renovación de precios máximos.

Patricia Ortiz, presidente de la cámara, señaló que en algunos casos se trata de reclamos por la coyuntura y en otros, de temas en los que insisten desde hace un tiempo, pero toman otra relevancia en el contexto de las limitaciones impuestas por la pandemia.

La titular de Bodegas de Argentina planteó que actualmente las empresas están teniendo problemas de liquidez y por eso están insistiendo en evitar el pago de impuestos y contribuciones para poder concentrarse en necesidades más urgentes, como preservar las fuentes de empleo y disponer de recursos para capital de trabajo.

Uno de los pagos a los que se apunta es al aporte obligatorio a la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) que, en caso de incumplimiento, se traduce en el bloqueo de vinos por parte del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Bodegas de Argentina ya había manifestado hace un par de meses, junto con otras organizaciones, su intención de dejar de participar en la Coviar, por considerar que ésta se había alejado de su propósito original -la promoción del vino- para convertirse en una cámara más de la industria.

“No tiene sentido un impuesto con asignación específica si el mismo destino no se cumple y está en riesgo la subsistencia de centenares de bodegas”, planteó la entidad en el comunicado.

Carlos Fiochetta, gerente general de Coviar, manifestó que no estaban al tanto del pedido de Bodegas de Argentina, cámara que todavía forma parte de Coviar, aunque no participe de las actividades. También señaló que hoy está prevista una reunión de directorio y que en el orden del día está incluida la revisión -que se realiza cada año- del monto de la contribución, con una metodología aprobada por los integrantes.

Ventas restringidas

Dos problemas que han surgido desde la implementación del aislamiento preventivo son el cierre de las vinotecas y la prohibición de venta de alcohol por parte de varios municipios en el país. Ortiz explicó que enviaron notas a 50 comunas, recordando que el vino es una bebida nacional, que está incluida en el código alimentario y que es parte de una economía regional.

En cuanto a las vinotecas, estiman que son unas 5 mil en el país y que son un canal importante de comercialización para las pequeñas y medianas bodegas, que no llegan a las cadenas de súper e hipermercados. De ahí que pidan la apertura, con un protocolo sanitario para cuidar a los trabajadores y los clientes, como el resto de los comercios minoristas que están abiertos.

Precios y retenciones

Patricia Ortiz detalló que el pedido al Gobierno Nacional también contempla que los vinos embotellados queden fuera de una posible extensión del actual congelamiento de precios, que vence el 20 de abril.

Finalmente, y previendo que las exportaciones de vino fraccionado van a caer, insistieron en la eliminación de las retenciones a los productos vitivinícolas con valor agregado. En este sentido, Ortiz resaltó que el costo fiscal de eliminar las retenciones al vino embotellado ronda los $ 2 mil millones, monto que ayudaría a las bodegas a sostener los empleos y la cadena de pagos.

Fuente: Los Andes