El Gobierno mostrará mañana un as que hoy se guardó en la manga como un incentivo adicional para acercar las posiciones con los acreedores y que dejará a los bonos en un valor que rondaría los 45 centavos.

Fuentes oficiales indicaron que el ministro de Economía, Martín Guzmán, se reservó una “sorpresa” que debería ser valorada por el mercado cuando se conozca la oferta de renegociación.

“Es la frutilla que hay para mostrar”, indicó, sin brindar detalles. Este incentivo sería un bono que recapitalizará los intereses caídos en los próximos tres años.

Si se confirmara esta idea, quedaría de lado la posibilidad de incluir el cupón ligado al PBI que esbozó Guzmán semanas atrás.

Los tres nuevos bonos que emitirá el Gobierno tendrán una maduración promedio de 25 años. Uno será el Par, el otro un Discount y el tercero sería un FRB o FLIRB (los instrumentos para recapitalizar intereses, como ocurrió en el Brady).

“El bono vale 38 a 42 centavos dependiendo de la tasa de descuento que se le aplique. No es una mala propuesta para quien invirtió en la Argentina, sobre todo si el panorama internacional empeora en los próximos dos meses. ¿Qué van a decir si no aceptan esto y en dos meses los bonos valen mucho menos que los 30 centavos de hoy”, se preguntó el funcionario.

“La oferta puede ser mucho peor si continúa el escenario de incertidumbre”, subrayó.

“Esto tendría que conformar a quienes invirtieron, aunque seguramente no va a poner contento a los administradores de carteras por su bono anual”, acotó.

Si el canje avanzara en buenos términos, indicó, “le abriría el juego a las provincias y al sector privado para volver a financiarse en el mercado”.

Rechazo del mercado

 

Por su parte, los acreedores y analistas extranjeros rechazaron la decisión de no pagar la deuda durante tres años si no hay ninguna recapitalización de intereses.

Además, aseguraron que, con esta oferta, el Gobierno no va a poder salir al mercado nuevamente.

Minutos después de la breve presentación que realizó el ministro de Economía, Martín Guzmán, los bonistas y traders empezaron a hacer los cálculos en base a los pocos números que difundió el Gobierno.

"Difícil” fue la primera palabra que emitió desde Nueva York un ejecutivo de un fondo de inversión que tiene una importante tenencia de bonos argentinos.

Desde la misma ciudad, un trader con mucha experiencia en los títulos argentinos explicó que “el cronograma de pagos del principal es grave”.

En Wall Street, donde todos trabajan desde sus hogares, los primeros conceptos de la oferta cayeron mal

“La decisión de no pagar nada por tres años es una paliza. Es demasiado tiempo para no ver la plata y con cupones que tienen una tasa muy baja desde 2023. Es casi una broma”, se quejó.

Una de las claves es saber el plazo de maduración de los nuevos títulos que se emitirán, que podría ser cercano a los 30 años.

Igualmente tajante, un banquero consideró que los lineamientos difundidos “son un disparate, como se esperaba”.

“Esto lleva al país camino al default y a la larga le va a salir más caro”, advirtió.

De inmediato, consideró que “si hubieran hecho una propuesta que tuviera un valor presente neto de 45 cerraban”, contra los 38 aproximados en la oferta.

Un ex negociador agregó que “la presentación del Gobierno denomina ahorro a lo que es una ruptura de un contrato”.

Sin embargo, aclaró que “la poca información que brindaron transmite una sensación más constructiva que la que se esperaba, no patearon el tablero, lo que en parte estaba implícito en los precios y por eso el mercado puede reaccionar bien en el corto plazo”.

La capacidad de repago

 

Y como los inversores miran sobre todo la capacidad de repago de mediano plazo del país, consideró que “la quita de capital que propone el Gobierno no va a alcanzar para pagar en unos años”.

En este sentido, el vicepresidente de Moody’s para la región, Gabriel Torres, dijo a Infobae desde Nueva York que “era esperable una mayor quita de capital”.

“Es posible que en el corto plazo el mercado pueda reaccionar bien, pero si la relación deuda-PBI era de más del 90%, una quita del 5,4% no cambia en nada la capacidad de pago del país”, explicó.

“Si se observa el capital que la Argentina debe pagar en los próximos años entre la deuda con ley extranjera y local, más lo que le debe al FMI, se necesita que refinancie más de 100 mil millones de dólares, sin contar los intereses”, indicó.

Ese roll over, acotó, “no será fácil dada la larga historia de renegociaciones de la deuda que tuvo que hacer el país en los últimos años, por lo que en principio esta propuesta no resuelve el problema de fondo del país”.