Economistas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estimaron el daño económico que provocará la sequía en u$s 3.436 millones, el equivalente a 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI) del país, tras haber achicado sus pronósticos de cosecha a sólo 39,5 millones de toneladas de soja y 32 millones de maíz.



El impacto económico de la falta de lluvias en plena cosecha de granos gruesos 2017/18, implicaría una caída del 11% en los ingresos que el sector agrícola podría haber alcanzado en condiciones normales, evaluaron los especialistas de la BCBA. En este escenario, la reducción de los ingresos será bastante menor a la caída en los volúmenes de cosecha, debido a que la sequía también provocó una fuerte suba de los precios de los productos más exportados por la Argentina. 



"De acuerdo con los precios FOB (de exportación) calculados diariamente por la Bolsa de Cereales, en los últimos cuatro meses los precios de la harina subieron un 24% (81 US$/Ton), los de la soja un 9% (33 US$/Ton), y los del maíz un 20% (32 US$/Ton)", precisó el informe.
 

Los técnicos evaluaron además que el descenso de la molienda de soja (para producir harina, aceite y biodiesel) no será tan profundo como la caída de la cosecha, pues se exportará menos poroto (unas 4 millones de toneladas menos), se incrementarán las importaciones del grano desde Paraguay (en cerca de 1,5 millones de toneladas) y se reducirán los elevados stocks iniciales de este campaña (en casi 2,5 millones de toneladas). 
 

En ese escenario, el procesamiento de soja en las fábricas aceiteras podría llegar en 2018 a 36,6 millones de toneladas, sólo 4,9 millones por debajo de lo observado en la campaña anterior.  La cifra contrasta con la caída en la oferta de soja de los productores, que ya ronda las 15 millones de toneladas.



En el caso del maíz, "se asume que, como consecuencia de la caída en la producción, el principal ajuste sucederá en las exportaciones del grano, que alcanzarían 20,5 millones de toneladas, un 21% menos por debajo de 2016/2017".  En este contexto, la Bolsa indicó que la caída de las exportaciones sería de US$ 3.309 millones, pues el derrumbe "estaría acotado por el menor ajuste en los niveles de molienda y el aumento en los precios internacionales". 



Debido a que la soja y sus derivados continúan tributando retenciones, "la recaudación fiscal se vería disminuida en US$ 1.174 millones" respecto de lo que se proyectaba al inicio de la campaña. Esa suma surge en 59% por la caída de los ingresos por derechos de exportación, un 30% por el impuesto a las ganancias y un 11% por otros impuestos. 
 

Pero los productores y exportadores de granos no son los únicos que sufrirán estas pérdidas. Según la Bolsa, "también se ven afectados los acopios, fletes y otros servicios" vinculados con el sector.


 

"Adicionalmente soportan los impactos negativos de la seca los productores de carnes y leche que utilizan el maíz y la harina de soja como insumo y deberán enfrentar mayores costos; del orden de los US$ 609 millones para el sector avícola, 428 millones para la ganadería bovina y los tambos, y 135 millones en el caso de los porcinos", se añadió.

Este cálculo de pérdidas económicas por la sequía equivale al 0,5% del PBI para toda la economía que el FMI proyectaba en octubre para 2018. "Cabe destacar que el impacto hubiese sido superior de no observarse el incremento de los precios de exportación. Sin ese aumento, la caída en el Producto Bruto Agrícola podría haber llegado a un 18,7%", aclaró el informe.