Con la idea de darle mayor popularidad al vino, aumentar el consumo y reducir el impacto en el ambiente de envases corchos e insumos, el Instituto Nacional de Vitivinicultura está buscando instalar el regreso de la venta de vino "suelto" en las bodegas, con controles.

La semana pasada formalizó la puesta en marcha de esta propuesta en la provincia de Río Negro, como prueba piloto, pero la idea es extenderlo también a San Juan y a Mendoza, informó Hugo Carmona, vicepresidente del instituto en la provincia. En esta provincia, las aguas están divididas (ver página 9) entre quienes aplauden la iniciativa y los que la reprueban. Los que están a favor aseguran que esta propuesta permitirá al bodeguero vender a un precio mayor y sin el costo agregado de los insumos, al tiempo que el cliente podrá adquirirlo hasta un 40% más barato que en almacenes o supermercados.

El viernes pasado el INV difundió la novedad de que por medio de un acuerdo entre la entidad y el gobierno de Río Negro comenzará a desarrollarse la venta directa de vino en bodega bajo la modalidad "take away". Las bodegas que quieran sumarse deberán inscribirse en la delegación local, y se les autorizará un volumen -identificado y fiscalizado por el INV- que podrá destinarse a ese fin. El consumidor podrá comprar de 1 a 5 litros en botellones de vidrio, solamente en la bodega, ya que no estará permitido ni en supermercados, almacenes o vinerías.

Carmona dijo que para la prueba piloto se eligió Río Negro porque tiene menos bodegas, lo que permitirá testear si despierta interés en los consumidores y se suman los establecimientos. "Pero la idea es que esta prueba piloto dure muy poco tiempo y luego se extienda a esta provincia y a Mendoza".Agregó que la iniciativa está conversada con el Gobierno provincial y dijo estar convencido que esta prueba de vender vino "a granel de libre consumo" le dará una velocidad de ventas de vinos que dinamizará el consumo, "al estilo de lo que sucedía hace 40 años. Posteriormente vino la Ley de fraccionamiento en Origen y esta práctica dejó de realizarse. Ahora, con la crisis económica y buscando aumentar el consumo sobre todo en los sectores populares, quieren reeditarla".

En el INV aseguran que el vino "suelto" no será equiparable a "baja calidad" sino todo lo contrario. El organismo se va a encargar de controlar la genuinidad y el volumen de vino permitido, bajo condiciones que se van a normar y controlar. Estiman que el enólogo tendrá que esmerarse en ofrecer calidad, porque será el mismo consumidor quien lo castigará o beneficiará con la compra. Un factor de peso es que la bodega al no usar tantos insumos no encarecerá el producto, y podrá obtener dinero de contado en forma diaria, para afrontar sus necesidades más inmediatas. Al vender a una góndola de un supermercados por ejemplo, debe esperar 90 días o más para cobrar su producto. Frente a estos beneficios, los que le bajan el pulgar a la iniciativa dicen que al ser vino suelto algún inescrupuloso lo puede adulterar agregándole agua y rebajando la graduación alcohólica, además se venderá en negro porque es imposible controlarlo a diario, y de esa manera no influirá en las cifras oficiales de consumo. Este grupo de opiniones dicen que esto es imposible con los envases cerrados, que cuentan con un número de análisis de origen que no se puede adulterar.

Apoyo oficial

El presidente del INV, Martín Hinojosa, dijo que entre los lineamientos de su gestión está el brindar apoyo "para el desarrollo de nuevos productos, envases y sistemas de comercialización tendientes a mejorar el consumo, manteniendo la pureza vínica".

Las voces a favor y en contra

ANGEL LEOTTA - Pte.C.Vitivinícola

Bienvenida sea esta propuesta. Muchos establecimientos vamos a querer sumarnos, ya que la venta en bodega significará paliar los gastos de los servicios de electricidad, gas o teléfono.

MARIO PULENTA - Pte.C. de Bodegueros

"El vino es un alimento y debemos asegurar que el consumidor reciba la calidad y seguridad que esto implica. Deberíamos conocer la iniciativa pero en principio no creemos que sea conveniente".

HUGO UGARTE - Vinoteca Ugarte

"Para las vinotecas va a ser negativo. Lo que tenemos que hacer para aumentar el consumo no es vender vino suelto en la bodega sino acciones para buscar nuevos consumidores".

GUSTAVO SAMPER - Bodega SJ Exporta

"Estoy a favor porque se abre el juego. La bodega podrá vender más barato porque se ahorra el costo de insumos y el cliente podrá comprar barato porque no habrá intermediarios".

MARIO GEE - Cam.Supermercados

"No lo tomaría como competencia negativa, si la bodega puede vender suelto lo tomo como una boca más de venta. Hay público para la botella como para el vino suelto. Y hace 20 años se vendía suelto".

EDUARDO GARCÉS - Fed.Viñateros

"Si va a ser para que se venda más vino, vamos para adelante, pero yo quiero saber quién va a controlar la boca de expendio de vino suelto. Se presta para vender sin pagar impuestos y para adulterarlo".

PATRICIO VILANOVA - Enólogo

"Opino que al tener contacto directo la bodega con el cliente, el enólogo se va a esmerar en poner lo mejor en la damajuana, pero creo que se deberá estudiar bien la parte de control de genuinidad e impositivo".

JUAN JOSÉ RAMOS - Pte AVI.

"No estoy de acuerdo. Al INV le va a ser muy difícil controlar la genuinidad, la calidad, el estiramiento y la venta en negro. Sólo acepto la venta por copas que realizan muchos comercios gastronómicos".

Las opciones


La comercialización del vino suelto será en la modalidad "take away" se tendrá que realizar de conformidad con las normas legales. No se podrá expender este tipo de producto fraccionado en comercios, vinerías, supermercados o puntos de venta de cualquier tipo, limitándose solamente a las bodegas. Otra opción que podrá surgir de la impronta que tenga la bodega, es la posibilidad de consumirse en el lugar acompañado de alguna comida, para lo cual la bodega tendrá que estar habilitada con los permisos municipales.