Un informe elaborado por especialistas en clima de la Estación Experimental Agropecuaria INTA San Juan reveló que el 2021 es el año más ventoso desde el 2014 a esta parte y que incluso hubo 3 jornadas, en abril, agosto y septiembre, con ráfagas superiores a los 100 km/h. Por este fenómeno, los técnicos sostienen que, por haber ocurrido durante la época de floración de al menos 3 cultivos de la provincia, como vid, olivo y almendro, podría haber provocado daños en fincas que no hayan tenido barreras anti-viento. El resultado recién se conocerá después de la cosecha de cada uno de los productos.

El comentario generalizado entre la gente común, y entre los hombres de campo también, es que el 2021 vino con mucho más viento que otros años y, además, con ráfagas más violentas. Y un informe elaborado por tres especialistas en clima del INTA, Sonia Silva, Aníbal Sarasúa y Pierluigi Pierantozzi, da algunas pistas en ese sentido.

El trabajo muestra que, considerando los días más ventosos de este año, el 2021 sigue en orden de importancia después del 2014. En este último año el máximo diario fue de 38,4 km/h, mientras que en esta temporada es de 35,9 km/h.

Además, este año se han registrado 4 días con promedios diarios de más de 30 km/h (el 18/08/21, 12/09/21, 13/09/21 y el 06/10/21). Y que incluso las ráfagas máximas de este año registradas por la estación meteorológica del INTA han alcanzado picos por encima de los 100 km/h. Se trata de 109,4 km/h en abril (viento Sur) y dos de 101.4 km/h medidas en agosto y en septiembre, correspondientes a vientos Zonda. Según el informe, estos valores son decididamente superiores a la media de los últimos años. Es porque en el 2014 se habían registrado 3 días (el 23/01/14, 24/02/14 y el 29/11/14) con vientos promedios superiores a 30 km/h, mientras que en el 2015 sólo uno (13/03/15) y en el resto de los años (del 2014 a la fecha) ninguno.

En cuanto a las consecuencias de esta situación, los especialistas toman en cuenta que, de acuerdo a la época en la que tuvieron lugar los mayores vientos, es decir alrededor de la fecha de floración de algunos de los principales cultivos de la provincia (vid, olivo, almendro), evalúan que se podría haber afectado la polinización y por consecuencia la producción de esos cultivos, en fincas que no hayan tenido barrera anti-viento o que por su localización sean particularmente vulnerables a este fenómeno atmosférico.

Según el trabajo y considerando un promedio de casi 50 años de relevamiento en Pocito, donde se encuentra la estación del INTA, resulta que los meses más ventosos del año son los de verano, con diciembre a la cabeza con 9 km/h, seguido por noviembre con 8,8 km/h y enero con 8,5 km/h. El mes con promedio de vientos más bajos es el de mayo con 4.8 km/h y junio con 4,9 km/h.

Además, los vientos Zonda, que son los que crean gran preocupación en la sociedad sanjuanina porque, por ejemplo, producen incendios de campos que incluso provocan la destrucción de viviendas y pérdidas de animales, son típicos del período invierno-primaveral. Y tienen frecuencia mensual de alrededor del 90% en los meses de agosto, septiembre y octubre, donde su probabilidad de ocurrencia es máxima, acercándose a valores del 100% y probabilidad del más del 14% diaria, seguido de agosto con probabilidad de ocurrencia diaria del 13,4% y frecuencia mensual del 90%.

El promedio histórico del viento en la provincia, según el informe, es de 7 km/h. En el 2021 los promedios están muy por encima de la cifra.

  • Los tipos de viento

Según Cristian Albors, de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Universidad Nacional de San Juan, en San Juan corren en forma predominante dos tipos de viento. El Pampero, que proviene del Sur y es frío, seco y no trae humedad, pero forma nubes porque se encuentra con masas de aire cálidas que provienen del Norte, que son húmedas y más livianas. Provoca las llamadas tormentas de verano.

Otro es el Zonda, que puede soplar a lo largo de todo el año pero con mayor frecuencia en invierno y primavera, después de descargar la humedad en el cordón montañoso de los Andes, desciende a los valles de Tulum, Calingasta, Iglesia y Jáchal sin humedad. Es seco y caliente y llega con ráfagas cálidas, que se caracterizan por su intensa velocidad. Es el más temido en la provincia por los daños.