La provincia de San Juan es la principal exportadora del ajo blando en Argentina, absorbiendo el 90 por ciento de los envíos. Los destinos son Europa y Estados Unidos principalmente, y en tercer lugar, Brasil. 

La producción local de ajos de exportación podría crecer al doble para el 2019, a unas 2.000 hectáreas cultivadas, debido al repunte de precios internacionales, y de la demanda internacional, además de la mejora de las condiciones macroeconómicas internas que han impulsado el cultivo.

En la Cámara de Productores y Exportadores de ajos y afines, que dirige el sanjuanino Alfredo Figueroa, se han puesto como meta alcanzar ese volumen para aumentar la rentabilidad y lograr conquistar los mercados perdidos en los últimos años en que el negocio no fue rentable, con una provisión sostenida de la hortaliza. ‘’Nosotros calculamos, contando el 2017; que en dos años podemos tener cerca de las 2.000 hectáreas de ajo. Hacia el 2019 tenemos que estar cerca de esa cantidad de superficie sembrada para ser un mercado óptimo para salir al mundo con calidad y ofrecer una escala de más meses con continuidad del producto’’, dijo Figueroa. El objetivo de los productores es tener ajo disponible la mayor cantidad de meses del año, para exportar y poder abastecer a los mercados internos. Si bien no es posible recuperar en poco tiempo los niveles históricos de producción de 3.200 hectáreas logradas hasta el 2011, que cayeron en los años posteriores por falta de rentabilidad y competitividad frente al dólar y la sequía extrema; el sembradío viene recuperándose rápidamente en las fincas sanjuaninos: de 700 hectáreas en el 2015 se pasó a 1.100 el año pasado, un crecimiento interanual del 40 por ciento. Este año, por la falta de semillas creen que se podrá incrementar solamente un 18 por ciento más, a unas 1.300 hectáreas, hasta lograr la meta hacia el 2019. ‘’El verdadero negocio está en producir calidad y cantidad por hectárea para que salga verdaderamente rentable, eso se hace con buenas semillas y con un trabajo de años’’, explicó el productor. Este año el sector no cree que pueda incrementar más la siembra por la falta de semillas. De cada cultivo anual se reserva un stock para semilla, pero este año ante la necesidad financiera de los productores que no era optima tras varios años malos, se prefirió vender lo necesario tratando de lograr un equilibrio para ‘’llegar a fin de año y producir para la próxima campaña’’.

El secretario de Agricultura local, Ariel Lucero; comentó además que muchos productores están intentando infructuosamente en las últimas semanas comprar más semillas. ‘’Es verdad, nosotros no pudimos dejar demasiado para semilla porque la economía del productor venía mal’’, explicaron en la Cámara que nuclea al sector. Los ajeros dicen que están conformes con la campaña que acaba de terminar, ya que la temporada tuvo mejores valores que el año anterior y rendimientos normales. Este año, la caja de 10 kilos de exportación rondo de 22 a 22 dólares, según el tamaño y calidad, frente a los 20 dólares del año pasado. 

Datos del sector

Reintegros 

Para mejorar la competitividad, desde enero pasado la Nación aplica reintegros a la exportación de varios productos de economías regionales, entre ellos el ajo. Así, los ajeros empezaron a recibir un reintegro del 4,05% del valor FOB exportado, y llegan al 6% cuando los envíos son en envases que pesen 2,5 kilos o menos.
 

Líder en ajo blanco

Argentina es el segundo exportador mundial de ajo, con unas 10.000 hectáreas cultivadas, el 80% en Mendoza y el resto en San Juan. Los mendocinos se abocaron al ajo colorado mientras que San Juan se posicionó como el principal exportador de ajo blanco, con el 90% de exportaciones nacionales.
 

Mano de obra

El cultivo de ajo tiene una alta demanda de mano de obra directa e indirecta, lo que encarece los costos de producción. Se precisan unas 4 personas por hectárea de cultivo en promedio, dato que sirve para graficar el impacto de la actual hiperreducción del aparato productivo en la economía sanjuanina.