La Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar) y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ayudan a 6.000 pequeños productores para que puedan reconvertir sus fincas mediante el trabajo de 14 centros de desarrollo vitícola, 8 de ellos con sede en Mendoza.

‘Están tratando de planificar para que los pequeños productores puedan reconvertir uvas comunes en varietales‘, dijo a Télam el productor de la localidad de Rivadavia, Edgardo Roby, quien resaltó la asistencia técnica de la Cooperativa Giagnoni y de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita).‘Nosotros tenemos casi diez hectáreas de syrah y chardonnay, que es lo que nos salva, porque hoy la uva criolla no vale la pena ni cosecharla. No es rentable y a través de estas entidades vamos a poder reconvertir‘, señaló el viñatero.

Los Centros de Desarrollo Vitícola, puestos en marcha en 2016, han contribuido al desarrollo sustentable a más de 6.000 productores a través de visitas a fincas, capacitaciones y tareas de transferencia de tecnología.Durante las celebraciones de la ‘Fiesta Nacional de la Vendimia°, más de 300 pequeños productores de las provincias de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Salta y Río Negro compartieron el sexto Encuentro Anual en la sede el INTA Luján de Cuyo.

El encuentro fue el agasajo de la Corporación Vitivinícola Argentina a quienes son la base de la cadena de valor vitivinícola y han trabajado durante todo el año junto con los Centros de Desarrollo Vitícola para culminar un nuevo ciclo productivo y dar comienzo a la elaboración de un nuevo año con charlas técnicas sobre maquinaria y equipamiento vitícola.

La Asociación ad hoc de Pequeños Productores tiene por objeto implementar proyectos y acciones destinados a apoyar el desarrollo de pequeños y medianos productores de uva para integrarlos en el negocio en el marco del Plan Estratégico Vitivinícola 2020.Durante el año pasado ha ejecutado diferentes acciones entre las que se destaca la asistencia técnica a 381 productores sobre uso de maquinaria, control de plagas, riego, empresas de servicios y costos vitícolas en San Juan, General Alvear, Lavalle, San Martín, Junín y San Rafael.

Asimismo, la actualización y publicación del manual de tecnologías adaptadas a la pequeña producción vitícola y el Calendario del Viticultor, que llegó a más de 1.000 productores, son herramientas para que los productores hagan un control más eficiente de las labores intra finca y puedan planificar el ciclo productivo.

‘El apoyo que recibo es directamente de Fecovita a través de la Cooperativa del Algarrobal, y está vinculado en el tema del precio del vino, porque siempre tenemos el mejor precio que lo que pagaría cualquier otra bodega‘, dijo a Télam Juan Laverriere, integrante de la Cooperativa del Algarrobal, dueño de una finca de 16 hectáreas en El Sauce, Guaymallén, cuya mayor producción es de varietales Merlot, Malbec y Sauvignon Blanc.

El productor destacó que ‘es muy importante el cumplimiento del pago mensual en tiempo y forma‘, la asistencia de un ingeniero agrónomo que nos envía la cooperativa mensualmente para el seguimiento de las labores de viñedo‘, y el suministro de los agroquímicos para la campaña anual ‘a muy buen precio y a descontar mensualmente de la cuota de la compra del vino‘.