El Riesgo País de la Argentina, el índice que mide el banco JP Morgan, continuó este lunes en ascenso y alcanzó los 1.015 puntos básicos, con un avance de 30 unidades ó 3 por ciento. Luego bajó en forma marginal a los 1.011 enteros.

De esta forma, supera el máximo intradiario de la administración Cambiemos, del 25 de abril pasado, cuando llegó a los 1.012 puntos, el nivel más alto desde 2014.

Nominalmente, el Riesgo País mide los puntos básicos que los países deben sumarle a la referencia base del bono del Tesoro de los Estados Unidos a sus tasas de interés si quieren emitir deuda nueva. Es decir, se deberían sumar algo más de 1.000 puntos a la tasa que paga el bono estadounidense, que este lunes cede dos puntos básicos, a 2,12% anual.

Por lo tanto, es la caída de rentabilidad de los títulos norteamericanos -que evoluciona en sentido contrario a los precios- el principal factor que aumenta la brecha con las emisiones soberanas de los países emergentes, que se amplifica en el caso de Argentina, por las debilidades económicas y políticas propias, con el consecuente aumento del Riesgo País.

Los títulos públicos argentinos emitidos en dólares bajo legislación de Nueva York y vencimiento más próximos son los más castigados en cuanto a valuaciones, básicamente por la incertidumbre electoral y las dudas sobre el cumplimiento de los pagos de deuda una vez vencido el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en 2020.

Por lo tanto, son los de rendimientos más altos, pues a mayor riesgo, mayor tasa. El Bonar 2020 y el Bonar 2024 ofrecen una rentabilidad superior al 19% anual en dólares en el mercado secundario.

Muchos analistas financieros atribuyeron esta suba en el índice al malhumor de los mercados globales luego de que el presidente estadounidense, Donald Trump, prometiera imponer aranceles a las importaciones de México pero también a las dudas políticas a medida que se acercan las elecciones presidenciales de octubre.

"El adverso clima externo vuelve a condicionar el apetito por riesgo global, más allá de que los ADR (argentinos) puedan responder con mayor firmeza relativa y selectividad que los bonos que vienen siendo más golpeados", explicó a Reuters Gustavo Ber, economista de Estudio Ber. Y agregó que al contexto global se suma la incertidumbre electoral local frente a una posible unificación del peronismo, lo que reduciría las chances del oficialismo.

"La guerra comercial suma nuevos frentes y la tensión y la incertidumbre aumentan en un contexto de datos de actividad poco alentadores", dijo el Grupo SBS en un informe. Y advirtió que también influye el "súper junio electoral" con el cierre de listas para las próximas elecciones nacionales.

Además, el temor del mercado es que el próximo gobierno avance con un canje de deuda "amigable", lo que implicaría cambiar los bonos más cortos por títulos más largos para aliviar el perfil de vencimientos.

En este contexto, sin embargo, el mes de mayo terminó con cierta calma en el mercado cambiario: el dólar oficial minorista —según la cotización del Banco Nación— aumentó un 1,3% durante el mes. Un porcentaje que parece bajo frente al 3,4% de abril y al 9% de marzo.

También al cierre de mayo se cumplieron 30 días desde que el Banco Central decidió comenzar a intervenir en el mercado de cambio, una nueva potestad que dejó atrás el sistema de bandas cambiarias que había sido acordado con el FMI.

Este mayor poder del BCRA sumado a la mayor liquidación de exportaciones lograron calmar al mercado, incluso en medio del anuncio de que Cristina Fernández de Kirchner será candidata a vicepresidente en una fórmula con Alberto Fernández y la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, que provocaron caídas en los mercados globales e impactaron en los emergentes.