El Riesgo País de la Argentina trepa este lunes un 14,8% o 244 unidades, a 1.897 puntos básicos, con lo que descuenta casi toda la mejora obtenida el jueves y el viernes pasados.

Aunque no hay operatoria en los mercados porteños, debido al traslado del feriado del 17 de agosto, los bonos soberanos argentinos negociados en el exterior exhiben bajas de precios aún con la falta de referencia de la operatoria local.

La baja de la calificación por parte de agencias como Fitch y Standard & Poor's, así como declaraciones del candidato Alberto Fernández, sobre la posibilidad de "sentarse a discutir uno por uno" con los acreedores de deuda, fueron noticias recibidas con escepticismo en los recintos bursátiles donde se transan títulos argentinos.

La caída de los activos de las semana pasada, posterior a las elecciones primarias, se extiende en este comienzo de semana para los bonos soberanos, nuevamente en precios de "default".

Las rentabilidades de las principales emisiones en dólares alcanzaron en el mercado secundario un nivel descabellado para el tramo corto de la curva de vencimientos: Bonar 2020 46% anual en dólares), Bonar 2024 (39,6%), Bonar 2022 (36,3%) y Bonar 2025 (26,1%).

"Argentina es el país con mejores rendimientos del mundo, superando los riesgosos mercados de Zambia y Líbano y triplicando la tasa media de las economías emergentes", subrayó Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA Capital.

Aún con un acuerdo stand by con el FMI vigente, Persichini recordó que "el historial de las gestiones anteriores tiene una larga lista de rasgos que alimentan los peores temores entre los inversores que volvieron a confiar en Argentina. Podemos enumerar expropiaciones, controles de capitales, falta de institucionalidad, escasa credibilidad y baja predisposición a respetar contratos, entre las más importantes".

El correlato de este costo implícito para la deuda pública es la escalada del Riesgo País argentino. El indicador de JP Morgan rozó el miércoles los 2.000 puntos, algo no visto desde noviembre de 2008, para terminar la semana en 1.653 puntos básicos.

Alberto Fernández, el candidato presidencial de Frente de Todos, expresó en diversas entrevistas publicadas este fin de semana que "hay que sentarse con el acreedor y ver qué podés hacer. Lo que sí creo es que en la Argentina no se producen dólares. No tiene dólares para poder pagar esa deuda. Entonces, lo que nosotros primero tenemos que hacer es volver a hacer crecer la economía".

"Tenemos que entender que estamos virtualmente en condiciones de default, y por eso los bonos argentinos valen lo que valen, porque el mundo se da cuenta que no se puede pagar. Hay que actuar con sensatez, y sensatez es que Argentina debe cumplir sus obligaciones", consideró el ganador de las PASO.

Además de los anticipos de política económica expresados por el candidato opositor conmás chances de ganar la elección presidencial del 27 de octubre, impactó para la baja de la deuda soberana argentina que la agencia Fitch la recortó la calificación de los bonos argentinos en dos escalones, desde "B" hasta "CCC", una categoría que indica hay posibilidades de un default. Asimismo, Standard & Poor's rebajó la nota un escalónde "B" a "-B", ya que se "ha debilitado significativamente el ya vulnerable perfil financiero del soberano".

La inestabilidad financiera con un desborde cambiario que llevó un aumento del valor del dólar de casi 22% y una pérdida de reservas de casi USD 4.000 millones en la semana tuvo su corolario el sábado, con la renuncia del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y su reemplazo por ahora ex ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza.

Para Eric Ritondale, economista Jefe de Econviews, Argentina atraviesa "una crisis de confianza muy fuerte" después de los comicios. "Los mercados desconfían de lo que puede llegar a hacer el próximo gobierno y en ese sentido, no sólo es importante que el actual gobierno dé mensajes conciliadores respecto a lo que puede llegar a ser lapróxima gestión".

Ritondale instó a que desde la oposición se "clarifique que tomar medidas confiscatorias, un default, u otras medidas de ese tipo está fuera de la agenda y que la actitud que va a tener el próximo gobierno con los acreedores va a ser positiva y constructiva. En síntesis, que hay voluntad de querer pagar la deuda".

"Lo que debería haber sido una elección primaria para que los partidos diriman sus internas, planteó una situación inédita, ya que los mercados reaccionaron como si la elección de octubre ya se hubiera definido", dijo Marcelo Capello, del IERAL de la Fundación Mediterránea.

Capello enfatizó que en este contexto, las reservas internacionales del BCRA se convierten en un "elemento estratégico", tanto para Mauricio Macri, como para Alberto Fernández.