Tras una cierta calma el último mes, noviembre arrancó con ajustes de precio en la carne vacuna, uno de los principales insumos de la canasta básica alimentaria: la semana pasada se produjeron aumentos en los valores de la media res que llega a la provincia, y ya se trasladaron al público en un promedio de 7 por ciento. En el sector advierten que los incrementos seguirán de aquí a fin de año, por una cuestión estacional que se produce todos los años, de merma de producción de novillos; y por la incertidumbre en cómo sigue la economía y la inflación.

Los aumentos siguen imparables a pesar de que el consumo no repunta, y las ventas siguen "planchadas" desde hace meses, sin bajar, pero tampoco subir, aseguran en las carnicerías.

El distribuidor mayorista Sebastián Parra informó que en un año la carne pasó de 190 pesos el kilo de la media res, a los actuales 430/470 pesos que cuesta el kilo de esa pieza completa, lo que significa un incremento de entre 126% a 147% interanual. El incremento supera largamente la inflación que mide el Indec, que para el mes de octubre fue del 52,1 por ciento interanual.

Parra confirmó que la semana pasada la media res sufrió un incremento del 10% por una cuestión estacional, y no descartó que sufra más retoques hasta fin de año. Por su parte, el empresario cárnico Saúl Vargas dijo que la semana pasado el producto sufrió 5 aumentos seguidos en 7 días, pero que fue "poquito, 10, 15 o 20 pesos cada vez"- y que a partir de hoy tendrá otro incremento de 40 pesos. De esta forma, en una semana, los distintos cortes sufrieron ajustes de entre el 4,88% al 12,9%, haciendo un promedio general en el mostrador del 7% el kilo. ""Me dicen que es estacional, pero también por la cuestión política y económica", dijo el empresario que tiene cuatro puestos de venta al público en la feria de la Capital. De esta forma el kilo de carne blanda especial oscila entre los 800 y 900 pesos (ver: Los diferentes precios de los cortes).

La forma más estable para medir los aumentos de la carne es tomar el precio de la media res que llega a San Juan, porque después, cada carnicería, de acuerdo a la demanda que tiene en la zona donde esté ubicada, vende a precios diferentes cada corte. ""Aumentan más los cortes más demandados", explicó el mayorista Parra. El empresario, que cuenta con distribución en toda la provincia, excepto en los departamentos alejados, informó que en Rivadavia, Santa Lucía y Capital, donde el público tiene mayor poder adquisitivo, se consumen más cortes premiun, mientras que la grasa y los huesos prácticamente se tiran. En Rawson y Chimbas la venta de la media res es pareja, mientras que en zonas de menor poder adquisitivo, como por ejemplo en Campo Afuera, en Albardón, lo que más sale son los huesos, grasas y molidas económicas. Por eso en esos lugares es factible encontrar un corte de lomo más barato que en el centro.

Por otro lado, la media res también tiene una variación de precios, de acuerdo a la raza y el tipo de animal que se trate -novillo, novillito, vaca-, o bien si se trata de un animal criado en feed lot o en el campo.

Los diferentes precios de los cortes

Los precios de la carne difieren según las zonas, pero por ejemplo en las carnicerías de la feria de Capital -que es más barato- el kilo de blanda rondaba ayer los $680, la tapa de asado, $670 y las costillas, $530 el kilo. La punta de espalda estaba a $770 y el peceto a $820. La carne molida común se podía conseguir a $310 y la especial a $580. En otros barrios los precios son entre $100 y $150 más caros.