El banco JP Morgan incorporó hoy los nuevos bonos surgidos del canje de deuda regida por ley extranjera a la cartera de activos con la que calcula el EMBI+ Argentina, el riesgo país. De esa manera, el indicador que mide el diferencial de rendimiento entre la deuda argentina y emisiones similares de los Estados Unidos cae a su menor nivel en un año, pero todavía no logra alcanzar la cifra en la que estaba antes de las elecciones primarias del año pasado.

El riesgo país de Argentina recorta 1.064 unidades en las primeras operaciones del día de hoy para quedar en 1.083 puntos, según operadores citados por Reuters. No se trata de una reducción abrupta en el riesgo que asigna el mercado a las emisiones de deuda de la Nación, sino de la incorporación al índice de los seis bonos en dólares que emitió el país a cambio de viejos títulos ley extranjera que entraron al canje. Con nuevos plazos, cupones más bajos y cuatro años de vencimientos de deuda suaves, la reestructuración de deuda aleja el horizonte de posibles problemas de pago para el Tesoro argentino, las tasas de los títulos de deuda se adaptan a ese nuevo escenario y el riesgo país ajusta en consecuencia.

Los nuevos bonos del canje dan sus primeros pasos en el mercado. En los primeros días de operaciones, se comenzaron a transar en pleno el martes luego del feriado del Labor Day de Wall Street.

“Los bonos en dólares mantienen un bajo volumen de operaciones y no muestran una tendencia definida, sin embargo, podemos mencionar que los legislación extranjera se operaron en niveles de tasa de entre 11,5% y 12,5% mientras que los legislación argentina lo hicieron en niveles de entre 11,25% y 12%", resumió el informe diario de SBS de ayer.

El riesgo país, o índice EMBI+ Argentina, es una referencia que compara la tasa que pagan los bonos del Tesoro de la Argentina respecto de la que ofrecen títulos similares de los Estados Unidos, considerados como de riesgo cero. En base a una cartera de bonos, JP Morgan calcula un rendimiento promedio de los bonos argentinos y le resta el riesgo cero estadounidense como medida de qué tanto premio, y que tanto peligro, ofrece la deuda de un país para los inversores.

Así como el recorte de 2.147 a 1.083 unidades de hoy refleja el nuevo punto de partida para la deuda recién emitida en el contexto del canje, también pone en perspectiva la salud financiera por la que transita el Tesoro a pocos días de haber resuelto su noveno default.

Las 1.083 unidades a las que se mueve el riesgo país hoy comparan con los 872 puntos que marcaba el EMBI+ Argentina el 9 de agosto de 2019, último día hábil previo a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del año pasado

Todavía no se recuperó de las PASO

Las 1.083 unidades a las que se mueve el riesgo país hoy comparan con los 872 puntos que marcaba el EMBI+ Argentina el 9 de agosto de 2019, último día hábil previo a las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) del año pasado. Un mercado que apostó a un empate técnico resultó sorprendido por la abrumadora ventaja del entonces candidato Alberto Fernández y se desplomó el lunes siguiente, 12 de agosto de 2019. El riesgo país subió ese día 595 puntos para quedar en 1.467 unidades. Un nivel que se fue incrementando hasta tocar los 4.362 el 23 de marzo último, cuando las negociaciones con acreedores privados no encontraban rumbo todavía.

La expectativa en el mercado para lo que viene es positiva, aunque está lejos de una apuesta eufórica. Los analistas esperan que el riesgo país se mueva hacia abajo, pero también esperan que el camino sea lento.

“Si bien la dinámica macro de corto plazo es compleja y tiene particular importancia para determinar las valuaciones de la deuda en pesos y el tipo de cambio, creemos que tiene una menor incidencia a la hora de pensar el crédito soberano. Con un perfil de vencimientos bastante despejado en los próximos años, las valuaciones de los nuevos bonos deberán pensarse con el rumbo general de la economía, cuyo destino estará marcado por el programa que se deberá negociar con el FMI”, explicó un informe de Consultatio Financial Services.

“La estructura de los nuevos bonos y un contexto global donde predomina la búsqueda de rendimientos ayudan a fortalecer nuestro argumento principal: los nuevos bonos en dólares pueden seguir comprimiendo rendimientos en el mediano plazo”, agregaron.