Antes de lo previsto y luego de apenas dos reuniones -una en cada provincia-, los gobiernos de Mendoza y San Juan resolvieron ayer fijar el cupo para mosto de esta temporada en el 30%. Tal como lo había adelantado DIARIO DE CUYO, las buenas perspectivas comerciales del jugo de uva concentrado -la tonelada arranca en 1.300 dólares- casi que obligaban a moler mucha uva para ese destino y los porcentajes que se barajaban desde que se conoció el pronóstico de cosecha auguraban entre un 28 y 32%. Además, se acordó que debido a la reiterada falta de cumplimiento que exhibió Mendoza en las anteriores vendimias y que obligaron a San Juan a volcar más uvas a mosto, hicieron que esta vez en la vecina provincia se pongan más rígidos y aumenten la multa a las bodegas que no cumplan. Sólo el año pasado, Mendoza apenas destinó el 11,5%, mientras que San Juan el 34%.

Así las cosas, la industria del mosto ya tiene todas las cartas para jugar esta temporada en las ligas mayores y salir del ostracismo que la tuvo los últimos dos años y que hicieron que más de la mitad de los exportadores se abrieran del negocio. Por un lado, un mercado extranjero que está ansioso de buenos volúmenes -la calidad es la carta de presentación más importante de los jugos de uva argentinos-, que plantean de base la necesidad de elaborar unas 150 mil toneladas de mosto para cubrir con los pedidos internacionales, que se pueden estirar -aseguran los principales exportadores- hasta 200 mil toneladas. Por el otro, un cupo alto que obliga al sector vitivinícola de ambas provincias a garantizar la suficiente uva para este fin.

Las señales de que éste será un buen año para este nicho comercial, que lo tiene a San Juan como principal productor, ya la dio uno de los jugadores más fuertes que supo tener la industria, Viñas Argentinas -del Grupo Cartellone-, que ya hizo oficial su reingreso al negocio. Restará saber como se comportará el clima en lo que queda de enero y bien entrado febrero, que ya tuvo a mal traer a Mendoza y que también impactó en menor medida en la viñas locales, que puede obligar a retocar este porcentaje en base a las necesidades que se presenten.

Las estrategias

Si bien la plaza sanjuanina es más proclive a destinar sus uvas a la elaboración de jugo concentrado de uva, el gobierno local ya anticipó que lo mismo motivará a los productores que destinen su producción a mosto con un subsidio -se anunciaría a fines de febrero, con el segundo pronóstico de cosecha-. De esta forma, sigue la línea que aplicó la temporada pasada, donde le otorgó 15 centavos por cada kilo de uva pero que no fue en plata sino en bonos que los viñateros pudieron canjear por agroquímicos. Según adelantaron, esta vez ese bono deberá ir a la compra de insumos que optimicen el uso del agua.

En la vereda de enfrente, el gobierno mendocino, ya dispuso algunas medidas para que los más "renegados" se inclinen por el mosto. Ya confirmaron que habrá líneas de crédito a "tasa 0" para estimular a productores que opten por la elaboración del jugo de uva. Además, y por segundo año consecutivo, elevarán la multa de $6 a $10 por quintal, que también regirá con los mismos valores en San Juan pero que según registros del Ministerio de la Producción jamás se le aplicó a ninguna bodega.