Con el objetivo de mejorar la rentabilidad de la compañía, que estuvo afectada por la devaluación, la inflación y la suba del valor del barril de petróleo, YPF subirá desde este martes los precios de la nafta y el gasoil entre un 6 y un 7%. Se espera que luego, el resto de las marcas de estaciones de servicio (Shell, Axion y Puma Energy) acompañen la iniciativa.

Este será el quinto aumento de precios en lo que va del año y que acumulan incrementos del 11%. Pero, como ya anticipó YPF la semana pasada, no será el último, ya que se espera que las subas acumularán un 15% en los próximos tres meses y se sumarán los 3 puntos porcentuales correspondientes a un ajuste en los impuestos. Serán tres subas mensuales hasta mayo y después no habrá incrementos en lo que resta del año, se informó.

Entre agosto y febrero, los combustibles ya subieron un 40% en los surtidores porteños. El CEO de YPF, Sergio Affronti, aclaró que de ese ajuste, solo un alza de 14% estuvo explicado por la recomposición de margen de ganancias de las empresas. El 21% restante se debió al aumento del impuesto a los combustibles y a la suba del precio de biocombustibles, que se utiliza para cortar el petróleo en la refinación.

De acuerdo con los datos de Cámara de Entidades de Comercio de Hidrocarburos (Cecha), que nuclea a 5.000 estaciones de servicio de todo el país, en enero, la venta de naftas cayó un 5,3% en comparación con diciembre y acumula una caída de 17,3% en comparación con febrero de 2020, el mes previo a las medidas que restringieron la circulación. En el caso del gasoil, la baja fue mayor: 7,7% en comparación a diciembre y un 15% contra febrero 2020.

Sin embargo, el Gobierno mira de reojo esta suba, ya que los fabricantes de alimentos alertaron que esto afecta sus costos logísticos y aporta en la suba de precios en general. Es decir, repercutirá fuerte en la inflación de los próximos meses, que ya tuvo un inicio de año caliente con 7,8% entre enero y febrero.