Al cierre del Cuarto Encuentro Argentino del Tomate, que tuvo lugar ayer, quedó confirmado el liderazgo de San Juan en todo el país en cuanto a rendimientos por hectárea, que promedia las 107 toneladas; además de concentrar el 40% de la producción argentina, del orden de las 193.000 toneladas. Pero además le dejó al sector privado el reto de implementar cambios para lograr un mayor desarrollo. La necesidad de mejorar las variedades que se utilizan de tomate para industria por otras más firmes y resistentes para la cosecha mecanizada, la demanda por un transporte más adecuado en lugar de los camiones de cargas generales que se utilizan ahora, y además que el sector industrial incremente la capacidad de recepción del producto. ‘’Mientras en la actualidad la cosecha se prolonga durante 5 meses, si las industrias aumentan su capacidad de acopio, como ocurre en Europa, se podría lograr lo óptimo que es hacerla en un mes’’, explicó José Luis Martín, titular de la Cámara de Producción, Empaque y Comercio Frutihortícola. Esas fueron las principales conclusiones del sector privado luego de que durante 3 días, San Juan fue sede una vez más de la reunión de tomateros de todo el país con conferencias técnicas y una muestra con maquinaria, herramientas, insumos e implementos agrícolas, especialmente diseñados para esta actividad. El cierre tuvo lugar ayer en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Pocito, con una jornada a campo con demostraciones de maquinarias (ver aparte).

Al evaluar los resultados del encuentro, Martín marcó la necesidad de buscar variedades con genética más firmes y resistentes que no se rompan durante la cosecha a máquina, como así también habló de mejorar el transporte. En la actualidad se utilizan camiones de cargas generales, cuando lo recomendable sería emplear camiones con bateas de fibra de vidrio, que permiten obtener una menor altura de la la carga, de manera de evitar que el tomate se rompa por aplastamiento. “También la recepción del producto debe ser más ágil porque las empresas no pueden tener dos días a un camión en la puerta para descargar porque con la temperatura reinante en el verano el producto se deteriora”, sostuvo.


Desde el sector oficial, el ministro Andrés Díaz Cano destacó el 40 % de crecimiento de participantes, al pasar de 650 en el 2016 a unos 1.100 este año. También ponderó el interés nacional y mundial sobre el sector tomatero local, que quedó evidenciado con la llegada de las 3 más importantes empresas que fabrican maquinaria para la actividad.
 

El equipamiento

Biofumigadora

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La primera de las máquinas que hizo una demostración fue una biofumigadora de Forigo, cuyo trabajo consiste en que, a medida que avanza, va colocando mulching, que es un plástico que sirve para mantener la humedad del suelo, incrementar la temperatura y acelerar la cosecha.

Trasplantadora

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Está máquina cumple la función de formar una cama en el suelo para facilitar la colocación de los plantines. Lo que hace es enterrar las piedras, dejando sólo tierra en los estratos superiores, quedando en mejores condiciones para plantar. Luego viene la colocación de los plantines de tomate. 

Pulverizadora

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La última demostración fue con una pulverizadora de túnel de viento de 600 litros de capacidad, con una nebulizadora de barras para hortalizas. El equipo estaba montado y especialmente adaptado a un tractor de alto despeje, ideal para realizar labores en cultivos como el del tomate.