Es uno de los principales empresarios argentinos, con negocios autopartistas en San Juan desde hace 30 años; y acaba de completar la mudanza de toda el área de fabricación de juntas para autos Taranto, concentrando tres plantas en un mismo predio en 9 de Julio. En entrevista exclusiva con DIARIO DE CUYO habló de la economía nacional y provincial, de sus negocios del rubro automotor y de la producción de pasas. Dijo que el año pasado fue "muy critico, con bajo nivel de ventas", pero pronosticó crecimiento en el 2017. Elogió el rumbo que ha tomado el país y destacó varias medidas de la gestión macrista que favorecen a la industria, pero también cuestionó la alta carga impositiva y costos laborales; y criticó fuertemente la forma en que se aumentaron las tarifas. "Era necesario hacerlo, pero en cuatro años, no en uno", objetó. Sin reparos, también cargó contra bancos y comercios, sectores a los que culpó por "los elevados" precios internos. 


 -¿En el 2017 es optimista con la economía argentina?  


-Sí, con respecto al 2016 sí. No va a ser lo óptimo, pero vamos a tener crecimiento. Prevemos un crecimiento del mercado interno y de Brasil. El pico de la recesión fue el 2016. En Brasil tenemos dos años y medio de recesión, ahora está pegando la vuelta y eso es bueno para Argentina porque nosotros vendemos mucho en ese país, desde automotores como autopartes. Pienso que el 2017 va a ser un año de quiebre.  

 - ¿Qué fortalezas le ve a la gestión macrista?  


-En un año hicieron mucho. Cuando en el 2020 miremos para atrás veremos que el 2016 fue un año de cambio de rumbo. Íbamos hacia una economía ultra populista, tipo Venezuela. Se hizo un cambio y en función de cómo estaba el país fue muy duro y provocó esta recesión que tuvimos en 2016 que es algo similar a lo que pasó en el 2002. Fue un sinceramiento de la economía muy importante, por lo menos para nuestro rubro.  


 - ¿En qué lo favoreció a su sector?  


-Se eliminaron los derechos de exportación de las industrias, nosotros pagamos para exportar un 5%, algo ridículo que no se ve en ninguna parte del mundo. Hubo una liberación del tipo de cambio y un destrabe de las importaciones. No podíamos pagar más de 50 mil dólares por día de importaciones, una traba que nos limitaba.

Ahora entran importaciones lo que también nos perjudica, pero lo prefiero; limitar las importaciones es algo irreal.

Además, se sancionó la ley de autopartes, que promueve la fabricación nacional de acuerdo al contenido que tenga cada vehículo, compensando a las automotrices que compran el 51% local, con un bono fiscal para el pago de IVA o Ganancias. Eso hace que las terminales estén entusiasmadas por nacionalizar partes. Además, el régimen de intercambio comercial entre Brasil y Argentina, el Flex, que se venía firmando anualmente, se logró acordar por 4 años, hasta el 2020.  


 - ¿Y qué le critica al gobierno nacional?   


-Hay un atraso cambiario importante del 20% que ahora con el blanqueo e ingreso de divisas no se podrá corregir. Otro reclamo de nuestro sector es bajar la carga impositiva. El costo laboral es muy alto. Yo le pago a un empleado $15.000 que no le alcanza para nada, pero a mí me salen otros 15.000 que debo pagar por cargas sociales y ART.

 
- ¿Entonces qué hay que hacer, bajar los sueldos o los aportes?  


-Creo que el tema ART y jubilaciones es fundamental, pero por sobre todo, debe haber un cambio en los precios relativos de los bienes en general.  


 - ¿Qué pasa con los precios?  


Los precios internos hoy son muy altos, los artículos de primera necesidad que no son transables internacionalmente tienen un valor que es muy alto y eso provoca que a un empleado medio no le alcance el sueldo que gana.  


 - ¿Y las tarifas?  


-Han hecho un sinceramiento de tarifas que no es bueno. Sí era necesario, pero hacerlo en 4 años, no en 1. Eso se debió haber hecho gradual porque afecta socialmente y también le pega a la demanda porque las personas lo primero que van a pagar son los servicios, si no se quedan sin luz o gas, y eso se lo lleva el Estado. Pero en líneas generales estoy contento con este gobierno porque veo que vamos por el camino correcto, no podíamos continuar cerrados al mundo.  


 - ¿O sea que estamos mal, pero vamos bien?  


-Exacto, estamos mal, pero vamos bien. Y como años malos el 2002 fue el peor, el 2009 que hubo una crisis internacional, el 2014 fue un año de baja muy grande y el 2016. Esos cuatro años fueron los peores de la historia económica de nuestra compañía. Hubo años muy buenos como el 2010 y 2011, y el 2013 fue espectacular en ventas, aunque no económicamente porque el nivel de costos salarial en dólares se fue muy alto.  


 -Los costos salariales le quitan el sueño...  


-Eso no quita que el hombre vaya a comprar y no le alcance. Los problemas están en los precios internos que son muy altos. 


 -Respecto a eso, con el plan de transparentar los precios, el efecto fue que no bajó el valor de contado y subió el financiamiento. ¿Qué opina?  


-Mire, generalmente se habla de los empresarios, pero hay que saber diferenciarlos. Los empresarios del sector Servicios y Financiero se portan mal. Porque si usted lo analiza, el sector financiero nunca pasó una crisis, siempre gana plata, los bancos nunca pierden y las tasas que cobran son ridículas. Y el sector comercial tiene una marcación muy alta. Fíjese de lo que recibe el productor de la ciruela, la uva en San Juan y lo que se vende en Buenos Aires o cualquier centro urbano se multiplica por 3, por 4 o por 5. Es un disparate.  


 - ¿Uñac está gobernando bien, cómo está la provincia de San Juan económicamente?  


-Salvo la minería, la veo bien. El tema minería no lo entiendo, sólo escucho y veo pasar porque es la provincia donde uno está, ¿no? Pero veo que no anda bien porque no hay inversiones.  

"El 2017 no va a ser óptimo pero vamos a tener crecimiento". 


 -Taranto también tiene fincas de uvas en San Juan. ¿Cómo anda el sector agroexportador?  


-Sí, ahí andamos muy bien. Tuvimos años malos por el clima, hemos reconvertido. Empezamos en el año 97 con uva de mesa y uva de vino, pero después como los bodegueros son un poco complicados y si uno no tiene bodega no es negocio, convertimos la variedad de vino en uva para pasa que anda mejor. Después, a raíz de los aumentos salariales con respecto al dólar, también reconvertimos la uva de mesa en uva para pasa. Tenemos implantadas 110 hectáreas y un plan de reconvertir 25 hectáreas por año hasta cubrir un total de 400 hectáreas en San Martín y Caucete, en tres fincas. Además, tenemos una planta de procesamiento.  


 -¿Para exportación o mercado interno?  


- Ambos. Exportamos a Brasil, Colombia y Perú y ahora estamos incursionando en Inglaterra, un consumidor muy grande de pasas, pero muy exigente en la calidad. Pero estamos en muy buen nivel de calidad que nos valió ser aprobados por Arcor, a quien le estamos vendiendo en el país. En la mitad de las hectáreas usamos el sistema nuevo de DOV, de secado en parral y vamos a cambiar la manera de conducir la planta en las hectáreas restantes en los próximos 3 años.  


 -¿Da buen resultado económico el sistema DOV?  


-La ventaja es que la salubridad de la pasa es total porque no está en contacto con el suelo, la pasa se seca en la planta y cuando uno cosecha, en vez de 4 kilos de uvas saca 4 kilos de pasas. Otra ventaja que aún no tenemos es que se puede mecanizar la cosecha. En agro si uno no es competitivo no puede seguir.  


 - ¿El problema es la mano de obra?  


-Es escasa, y el trabajo en la finca la gente lo esquiva porque pierde los planes sociales. En la cosecha del año 1999/2000 llegamos a tener 500 personas, ahora no se consigue. Y si se consigue, no quieren trabajar anotados. Es un tema que se ira regularizando en algún momento, algún gobierno sensato vendrá que no corte los planes porque la gente le tiene terror a eso. Y no es lógico que se le corten los planes por trabajar en una cosecha.   

"Los precios internos son muy altos, a un empleado medio no le alcance el sueldo que gana". 

La fábrica 
 

El grupo Taranto inició la fabricación de juntas en San Juan el 10 de septiembre de 1987, en dos predios de Avenida España. Diez años después compró el terreno de la ex Caico y trasladó allí la fabricación de juntas duras agregando en las otras localizaciones la fabricación de retenes y juntas de caucho. En el 2006 agregaron una nave melliza de 150 metros por 25 de ancho y trasladaron las juntas blandas. Hace 2 años compraron el terreno aledaño de Tredegar en 9 de Julio y allí acaban de concentrar todas las plantas de sellado. También tienen en Chimbas lo que era Perfec Circle (ex Male) donde se ensamblan cajas de dirección y se producen sistemas de embrague. Hoy Taranto exporta el 40%, con Brasil que compra el 90% y el resto, Sudamérica y Alemania. A este último destino envían series de juntas de baja producción.