Durante 2016, la deuda interna y externa bruta del Estado Nacional, en pesos y en moneda extranjera, aumentó en casi U$S 35.000 millones. Al 31 de diciembre pasado sumaba 275.446 millones de dólares, de acuerdo los datos del Ministerio de Economía. Esa cifra, que equivale a casi el 60% del PBI, incluye lo que aún se adeuda al reducido grupo de bonistas que no ingresaron a los canjes de deuda. La suba representa unos 100 millones de nueva deuda por día.


A fines de 2015, cuando Cristina Kirchner dejó el poder y asumió Mauricio Macri, la deuda publica bruta, también incluyendo la que estaba en default, sumaba US$ 240.665 millones, equivalente entonces al 53,6% del PBI. De los US$ 275.446 millones, el grueso está contraído en Títulos Públicos (US$ 184.700 millones). También se adeudan US$ 20.230 millones a organismos internacionales (BID y Banco Mundial).

Esta deuda no incluye lo que adeudan las Provincias y tampoco la deuda del Banco Central en LEBAC en pesos y moneda extranjera.

En tanto, aumentó el peso de los intereses en el gasto público. Según la Asociación de Presupuesto (ASAP), en los primeros tres meses de este año, y con relación igual periodo de 2016, la cuenta de intereses aumentó un 60%, unos 20 puntos por encima de la inflación. El argumento del Gobierno nacional es que aumentó el endeudamiento para financiar el déficit, cuando la administración anterior, comparan, emitía dinero y generó la fuerte suba de precios. Pero algunos economistas, sobre todo opositores, advierten sobre el riesgo de los volúmenes de deuda actual.