Por la pérdida de rentabilidad en la actividad, según fuentes del sector, la superficie plantada con viñedos en la provincia se redujo el 2,8% en el último año, al pasar de las 46.667 ha del 2018 a 45.337 del año pasado, según el relevamiento del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). El informe revela que la mayor pérdida de superficie se produjo en las variedades para elaboración, sector que se achicó en 988 ha, mientras que en las aptas para consumo la merma fue de 295 ha y para pasas sólo disminuyeron 5 ha.

Otro dato que consigna el estudio es que la tendencia muestra que las propiedades son cada vez más grandes. Esto es porque el tamaño medio del viñedo en el año 1990 era de 5,1 ha, en el año 2000 de 7,6 ha y en el año 2019 pasó a las 9,3 ha.

Estos datos se conocen en un contexto de bajos precios del vino y de la existencia de sobrestock, aunque se está frente a una cosecha que se anticipa con mermas, que en el caso de San Juan oscila en el 20% (ver aparte).

El departamento que sigue liderando con la mayor superficie cultivada es 25 de Mayo, con el 19,7% del total. Le siguen Sarmiento (17,4%), Caucete (16,2%), San Martín (8,2%) y Pocito (8%). En cuanto a la pérdida de superficie cultivada, los departamentos que registran la mayor

disminución desde el 2010 hasta ahora fueron Pocito (-375 ha), Caucete (-374 ha), 9 de Julio (-320 ha) y Rawson (-234 ha). Los únicos que registran aumento son Sarmiento (171 ha), Calingasta (82 ha) y Angaco (16 ha).

En este panorama San Juan sigue siendo la segunda provincia en importancia del país por superficie cultivada de vid (21%) y mantiene, además, la cualidad de tener la mayor diversificación. Así, las uvas aptas para elaboración de vinos y mostos representan el 71,2% del total, para consumo en fresco el 21,3% y las destinadas a pasas el 7,5%.

El informe consigna que el total de uvas destinadas a la elaboración de vinos y mostos es de 32.274 ha. Y predominan las variedades tintas y rosadas, con el 37,6% y el 36% respectivamente. El restante 26,3% corresponde a variedades blancas. Además, las uvas tintas han aumentado un 45,2% desde el año 2000, las blancas han disminuido un 38% y las rosadas han mermado un 14,2%.

En cuanto a las variedades, la Flame Seedless, para consumo en fresco, es la que mayor aumento de superficie registró en los últimos 10 años (4.028 ha), pasando de 489 ha en el año 2000 a las actuales 4.517 ha. Le siguen en crecimiento de superficie Malbec (1.702 ha), Fiesta (1.108 ha) y Aspirant Bouschet (923 ha). Entre las que perdieron superficie están Moscatel de Alejandría (-2.679 ha), Cereza (-1.519), Torrontés Sanjuanino (-1.144 ha) y Pedro Giménez (-911 ha).

La cosecha viene con una merma


El informe que elabora todos los años el INV para esta época revela que para el 2020 se obtendrán 2,7 millones de quintales menos en el país que en la temporada anterior, una reducción que oscila en el 10,5%.

A nivel nacional, el estudio consigna que esta temporada se obtendrán entre 21,3 y 23,6 millones de quintales de uva en todo el territorio nacional, mientras que en la temporada anterior se registraron 25,1 millones de quintales.

En San Juan el relevamiento muestra que se cosecharán entre 5 y 5,5 millones de quintales, mientras que en el 2019 se habían recolectado un total de 6,6 millones de quintales, por lo que la merma alcanzaría el 20%.

En el caso de Mendoza la estimación señala que se obtendrá esta temporada entre 15,2 y 16,8 millones de quintales, mientras que en la anterior se recolectaron 17,1 millones de quintales, por lo que la merma rondaría en el 6,5% o el equivalente a 1,1 millones de quintales. Desde los sectores productivos ya se anticipaba la merma.