Encontrar gente para levantar la cosecha porque con los intensos calores de este verano los racimos de uva ya pintan para ser recolectados es por estos días la principal preocupación de los viñateros.

Para llevar adelante la cosecha en San Juan hacen falta unas 18.000 personas, según calculan en el sector, pero hay un déficit de unos 5.400, es decir del 30%. Entre las razones para esta situación se encuentran el temor de los cosechadores a perder los planes sociales y a que la tarea se desarrolla en un período muy corto de tiempo, de unos 40 días, cuando todos los dueños de los parrales necesitan simultáneamente llevar su producción a las bodegas.

El problema no es nuevo y, con distintos matices, se da todos los años, pero esta temporada tiene un condimento especial, que son los operativos que está llevando el Ministerio de Trabajo para detectar trabajadores no registrados.

Según un relevamiento que concluyó ayer, luego de inspeccionar 50 propiedades, ubicadas en Sarmiento, Zonda y Caucete, de 400 personas controladas, la mitad no estaban registradas. Ahora, los propietarios de las fincas serán intimados y citados a una audiencia para regularizar la situación. Si lo hacen, evitarán fuertes multas, según dijo el delegado en San Juan del organismo nacional, Fernando Patinella.

La causa principal para que sea tan dificultoso encontrar gente dispuesta a cosechar es el temor de los obreros temporarios a perder la Asignación Universal por Hijo y otros subsidios o programas sociales que el Gobierno otorga a los desocupados.

“Trabajadores hay, pero no quieren que los registren por los planes”, dijo Eduardo Garcés, titular de la Federación de San Juan. Precisamente en la sede de esta entidad tuvo lugar un encuentro el jueves en el que también asistieron integrantes de la Asociación de Viñateros Independientes, que conduce Juan José Ramos.

Si bien un trabajador que tiene un plan no lo pierde por estar registrado para la cosecha, sí se los suspenden y lo vuelve a percibir cuando concluye la tarea.

Por eso, muchos optan por trabajar en negro para no dejar de cobrar el beneficio. El tema es que quien paga los platos rotos es el viñatero cuando hay una inspección, como ha sucedido ahora.


Las voces del sector
 

Eduardo Garcés - Fed. de Viñateros

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“Muchos trabajadores no quieren cosechar porque temen perder los planes sociales. Sucede que a veces se contrata una cuadrilla y algunos están registrados, pero hay una alta rotación de gente lo que hace difícil controlar si alguno está en forma irregular”.


JUAN JOSÉ RAMOS - Viñateros Independientes

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“Es necesario buscar un camino para que el productor tenga rentabilidad y que la gente no pierda los planes sociales. El problema es que la multa siempre recae en el viñatero y por eso es necesario legalizar la situación del cuadrillero, que es el prestador del servicio”.


ANDRÉS DÍAZ CANO - Ministro de la Producción

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“Por la mano de obra hay que recordar que las entidades se bajaron de la corresponsabilidad gremial pero, además, hay que tener en cuenta que la falta ha existido siempre. Hemos mantenido reuniones con las cámaras del sector y lo vamos a plantear en la Nación”.