Buenos Aires, 11 de febrero.- "Creo que mi renuncia a la presidencia de la Unión Industrial Argentina merece una explicación personal para que no se generen conjeturas ni suspicacias. No renuncié para negociar y por lo tanto, debe ser aceptada", sostuvo Méndez a través de una carta.

En la misiva dirigida a los "señores miembros del Comité Ejecutivo y Junta Directiva de la Unión Industrial Argentina", Méndez salió así al cruce de las versiones que sostenían que su dimisión, como no incluía el término "indeclinable", había sido presentada con la expectativa de ser ratificado en el cargo.

"Mi retiro, dos meses antes de mi mandato, obedece a la voluntad y responsabilidad de preservar la integridad de nuestra institución. Todos saben que pertenezco a una de las dos agrupaciones internas pero saben que, siempre, me desempeñé como presidente de todos", sostuvo.

Méndez dijo que la UIA está "ante tiempos de cambio" y señaló que como "el recambio de autoridades siempre agita los ánimos, mi renuncia busca contribuir a que se pacifiquen".

Dijo que su renuncia "no está originada por una cuestión de celos o de intereses. Es, apenas, una prenda de buena voluntad para preservar la Casa que, en todos estos años, la tuve como propia y la sigo considerando así, al igual que todos mis colegas que me acompañaron y apoyaron durante mi gestión".

Reacciones

La renuncia de Méndez a la presidencia de la UIA sorprendió a sus compañeros de ruta en la entidad, pero en especial al dueño de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, el multimillonario que le había solicitado al jefe de los industriales impulsar la posibilidad de elegir a su sucesor mediante elecciones.

"El primer sorprendido por esta renuncia es Javier", le explicó a NA una fuente cercana a Madanes Quintanilla.

El dueño de Aluar asegura que su única intención fue contribuir con una propuesta honesta, convencido de que hace falta que las nuevas autoridades de la entidad empresaria sean elegidas por el voto.

En un escenario confuso, el vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, señaló que "de acá a abril tiene que haber una solución".

El dirigente empresario adelantó que el lunes próximo se presentará la situación de la UIA en el marco de la cámara de las alimenticias, COPAL, que él mismo preside.

"Hay razones orgánicas desde el punto de vista institucional para ver si acepta o no una renuncia", remarcó el vicepresidente de la UIA.

Si bien reconoció que dentro de la entidad "sí hay una preocupación", que es " tender caminos de unidad", aclaró que "eso no significa que no haya visiones diferentes" sobre determinados temas.

"Los mecanismos electorales en la UIA existen y eso no quiere decir que no haya acuerdos", aseveró Funes de Rioja, y señaló que "democracia es respetar las voluntades comunes" y que "ningún proceso es no democrático".

"En general, en el mundo se buscan caminos de acuerdos que lleguen a listas concertadas para poder representar diferentes sectores", remarcó. No obstante, admitió que "si puede mantenerse un acuerdo, un compromiso, es mejor".

En cuanto a las negociaciones salariales, el dirigente confirmó que "no tienen ni piso ni techo", pero advirtió que "lo que tienen que tener es viabilidad y esto debe primar".

"En el sector privado los salarios no están atrasados con respecto a ningún indicador", opinó y alertó que "si no se mide prudentemente qué es lo que se reclama, esto puede llevar a consecuencias no queridas".

Al respecto, advirtió que "incluso el 30 por ciento (de reclamo) es irracional, está absolutamente al margen de lo viable y de lo posible".

Si bien los temas se terminarán de definir el fin de semana, a esta altura los principales referentes de las dos líneas internas de la Unión Industrial (Industriales y Blanca y Celeste) aprobarán la renuncia de Héctor Méndez a la presidencia de esa entidad y coronarán a Miguel Acevedo (actual vice) como titular hasta completar el mandato que ahora queda acéfalo y finaliza en abril.

Expectativa oficial

El Gobierno también juega su partido en esta disputada de poder en el seno de la central fabril. En la Casa Rosada consideran que la UIA deberá ir a elecciones en abril y que en esos comicios los empresarios más cercanos al Gobierno saldrán airosos.

El martes, la mesa chica fabril no sólo deberá definir sobre la renuncia de Méndez, sino dar alguna pista sobre la continuidad o no del acuerdo de alternancia en la conducción entre las dos líneas internas de la UIA, Celeste y Blanca, e Industriales.