La Mesa Vitivinícola les pidió ayer a los gobiernos de San Juan y de Mendoza que la pauta de diversificación que se acuerde este año no supere el 10% de la producción. Fue mediante notas que les enviaron a los gobernadores de ambas provincias, Sergio Uñac y Rodolfo Suárez. El planteo hace referencia al cupo de uva que se deberá dirigir a la elaboración de productos no vínicos, como el mosto, a fin de diversificar el destino que se le da a la uva y de esa forma prever los inconvenientes que trae el sobrestock.

"Sin resignar nuestra convicción de que dicho acuerdo debe ser derogado tal como lo hemos manifestado recurrentemente, consideramos que dada la coyuntura y en virtud de la decisión mostrada por vuestros gobiernos a intervenir con similares programas de asistencia financiera vitivinícola, complementariamente y en coherencia con esa línea, la pauta de diversificación anual de la producción de uvas, de mantenerse la vigencia de la ley, no debe superar el 10%", dice el texto.

El planteo proviene de la nueva Mesa Vitivinícola Nacional, en la que participan las 250 bodegas más poderosas del país, insertas en Bodegas de Argentina (BA); y las entidades viñateras más fuertes de San Juan, Mendoza y Salta.

La flamante entidad se fijó como meta trabajar en lograr soluciones estratégicas para solucionar los principales problemas que tienen los eslabones que participan en la cadena y de esa manera lograr que el sector contribuya al desarrollo económico del país. Y aunque aseguran que no compiten con la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), por lo bajo algunos dirigentes admiten que le darán pelea.

El año pasado, el acuerdo que firmaron entre ambas provincias implicó destinar el 26% de la producción de uva a diversos usos diferentes de la elaboración de vino para consumo interno.