La sequía que padece la principal zona productiva del país lleva unos tres meses y los especialistas nacionales dicen que será la peor en los últimos 30 años. La semana pasada la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) le puso cifras al desastre climático: estiman pérdidas por unos U$S4.600 millones por la menor producción esperada en los cultivos de la soja y el maíz, con una merma entre ambos cultivos de 24 millones de toneladas, a causa de la falta de lluvias. En el informe de BCR, unos U$S 1.550 millones corresponde a las pérdidas directas al sector productor y los restantes U$S 3.100 millones a las actividades vinculadas con éste, como los sectores de transporte, maquinaría, construcción y demás. La cifra total de perdida representaría 0,7% del Producto Bruto Interno (PBI) de U$S 639.000 millones previsto por el Fondo Monetario Internacional para Argentina en 2018, lo que obligaría al gobierno de Macri a recortar sus expectativas de crecimiento del 3,5% para este año. El mayor problema de falta de lluvias afecta a la provincia de Buenos Aires, el sur de Santa Fe y de Córdoba y Entre Ríos, entre otros. Es decir, las zonas con la principal área de cultivo de cereales y oleaginosas, tales como maíz, soja y girasol, entre otros. Puede parecer un problema lejano pero el sanjuanino no escapará al impacto del déficit hídrico, que sentirá especialmente en el bolsillo. La consultora Ecolatina -que dirige el economista Marco Lavagna- analizó que la escasez de oferta de esos alimentos afectados presionará a la inflación. También acelerará la suba de precios por la vía de los costos, ya que la producción primaria es un insumo fundamental para muchas otras industrias. Es el caso de los alimentos balanceados con que se crían las vacas, pollos y cerdos. Las repercusiones se sentirán también en la industria alimenticia, la de agroquímicos, la de maquinaria agrícola y en los servicios de transporte, entre otras.

  • Exportaciones y Precios 


Las consecuencias en los precios y las exportaciones tienen opiniones dividas. Por el lado de las exportaciones, en Ecolatina analizan que el impacto será menor al del PBI, porque Argentina se posiciona en los mercados agrícolas globales como un "país grande" y su oferta es central para determinar el precio internacional.

Por ende, explican que una cosecha menor ya presionó al alza a las cotizaciones: el precio internacional del poroto de soja aumentó casi 5% en el primer bimestre del año, rozando los U$S 400 por tonelada, la harina de soja elevó su cotización 23% en los primeros dos meses de 2018 y la del aceite trepó 15% en dólares. ""En consecuencia, los menores volúmenes exportados se verán compensados, en parte, por mayores precios", precisan desde la consultora.

En cambio, en la Bolsa de Rosario opinan diferente. Dicen que la suba en los precios impulsada por la sequía argentina, tanto en los mercados nacionales como internacionales, "no han logrado compensar la menor producción del sector agrícola en su conjunto, redundando en una pérdida de ingresos respecto a las expectativas con las que se encaró la siembra en la campaña.

En lo que ambas coinciden es en el impacto que tendrá la sequía sobre la producción local. Los efectos negativos se sentirán por dos vías: la menor producción de alimentos para consumo humano y el aumento de los costos de producción de ciertos insumos centrales en el proceso productivo de la cría de ganado. También habrá menos ingresos por fletes, porque se transportará menos mercadería y de servicios de cosecha ya que aumentó la superficie perdida.

El impacto de La Niña se sentirá más allá del sector agrícola, en el entramado productivo local
ECOLATINA  - Consultora nacional

>> Los principales efectos
  • Precios en alza

La falta de lluvias tendrá un efecto directo sobre los costos de producción, ya que será mas caro producir carnes, lácteos y pollos, entre otros. Esos mayores costos se trasladan a los precios internos y por lo tanto, provocaran un aumento mayor en la inflación estimada por el Gobierno nacional, que tiene una meta del 15%.

 

  • Carga y combustible                                                                                               

La reducción de las cosechas de soja y de maíz solamente, equivale a reducir la carga de transporte en más de 500 mil camiones, lo que podría reportar una perdida de más de U$S700 millones al sector, según publicó Infobae. Eso provocaría que no se consuman 50 millones de litros de gasoil, por U$S 65 millones.

  • Costos y precios

El sector ganadero y la industria láctea tendrá que competir para abastecerse de harina de soja con los exportadores y se reduciría el saldo exportable de ese producto. Además aumentará el costo de producción de carnes y lácteos en más de U$S 1.000 millones, según Infobae, lo que producirá aumentos de precios.

  • Problema mundial

La sequía es el fenómeno natural que más afecta a la agricultura mundial. Entre 2005 y 2015 hubo pérdidas por U$S 29.000 millones en países en desarrollo, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Añadió que el déficit hídrico causó 30% de todas las pérdidas agrícolas.