En medio de una cosecha que arranca complicada por el factor climático, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dio a conocer los datos de los despachos de vinos del año pasado, que señalan que durante el 2022 cayó el 1,3% ese indicador. Pero el dato preocupante es que diciembre, el último mes del año, cerró con un descenso del 23,4%, justo en el mes de las fiestas y cuando se supone que el consumo es mayor. La caída se da por segundo año consecutivo, porque el 2021 había cerrado con un resultado negativo del 11,1%.

Según referentes del sector, para analizar los números hay que tener en cuenta factores como la caída del poder adquisitivo de la población y el crecimiento de los precios en la góndola. Pero también hay que considerar que en el sector bodeguero hay incertidumbre por los precios futuros y por lo tanto sólo estarían despachando al mercado lo necesario para abastecer a los clientes y haciendo reservas hasta tanto se aclare el panorama de la cosecha.

En resumen, en el 2022, comparado al mismo mes del año pasado, cayeron las ventas de vino en botella un 15%, tetra brik 25%, damajuana 21% y 60% las latas, las más golpeadas durante todo el año pasado.

Los vinos de color tuvieron la caída más pronunciada del 2022.

Un analista de la actividad reseñó que en medio de una temporada con sequía y heladas tardías concretadas, a lo que se suman los temporales de granizo, lo más probable es que quienes tienen vino hayan decidido retraer su despacho para cuidar el valor de reposición del producto. Es porque ahora se sabe a qué precio se vende pero es difícil conocer las circunstancias y saber a qué precio se podrá reponer ese vino después de la cosecha y elaboración 2023.

Gustavo Samper, de la Cámara Vitivinícola de San Juan y vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), habló de un "contexto preocupante" y mencionó que "si sigue subiendo el precio del vino seguirá cayendo el consumo". Mencionó que la actual situación del mercado y con difíciles condiciones económicas no hay margen para que el precio sigue creciendo por el riesgo de perder consumidores.

Desde la Mesa Vitícola, Pablo Martín expresó que "no creo que los despachos vayan a seguir cayendo", en un contexto de posible recuperación de las ventas.

En declaraciones a El Cronista, José Zuccardi, también integrante de la Coviar, manifestó que "el horizonte productivo y económico para 2023 es incierto. A la situación económica y compleja se suma las heladas tardías, por lo que, hasta que no tengamos los números de la cosecha no vamos a poder tener claridad de lo que sucederá este año".

"Al tema macro, hay que sumarle la situación climática. El tema heladas generó una expectativa e incertidumbre tal que las bodegas que producen vinos a granel y les venden a las fraccionadoras, restringen la oferta o bien proponen precios que sacan de competencia los segmentos más bajos", sostuvo Milton Kuret, director ejecutivo de Bodegas de Argentina.

Continuando con el análisis de lo ocurrido el año pasado, entre enero y diciembre de 2022 aumentaron las ventas de vinos en botellas de 750 cc (10,9%) mientras cayeron las del botellón (-14%), el multilaminado (-8%), las damajuanas (-9,5%) y las latas (-31%), estas últimas que parecen haber perdido el encanto que tuvieron en 2020 y algo del 2021.

En visita a San Juan del jueves pasado para asistir a una reunión convocada para discutir el precio de la uva para esta cosecha, el presidente del INV, Martín Hinojosa, dijo que hay "stock suficiente" y que no hará falta importar vinos, una posición que comparte el Gobierno sanjuanino. El tema surgió en un encuentro en el Ministerio de la Producción con los sectores productivos para avanzar en los temas de la actual vendimia. "Yo no soy partidario de la importación y tenemos que trabajar para buscar equilibrios", dijo el funcionario a la salida de la reunión. Fue cuando también criticó al Gobierno de Mendoza por no mandar representantes al encuentro que tuvo lugar en el cuarto piso del Centro Cívico.

  • Fuerte temporal

Una tormenta con mucha caída de lluvia, fuerte viento y granizo en la madrugada del viernes produjo daños en al menos 180 hectáreas de chacras y viñedos de seis departamentos. Se trata de Angaco, San Martín, Rawson, 9 de Julio, 25 de Mayo y Pocito. Pero, además, produjo cortes de luz y en las comunicaciones por la caída de cables de la red eléctrica e inconvenientes en el tránsito vehicular. Después del fenómeno, hay preocupación de los productores porque de continuar la caída de agua vendrán enfermedades en las vides, como la podredumbre de los racimos.

En cuanto al agro, hasta el viernes se habían recibido 46 denuncias correspondientes a unas 180 hectáreas de chacras y en su mayor parte viñedos afectos por el temporal. Ahora vendrá la tarea de determinar los daños. Incluso a partir de hoy habilitarán una oficina en el Mercado Concentrador de Rawson para que los chacareros puedan denunciar los daños sufridos en sus propiedades.