El Gobierno y las provincias avanzaron en la negociación para amortiguar la suba de tarifas. En el encuentro que mantuvo este lunes a la tarde el ministro de Energía, Juan José Aranguren, con sus pares provinciales acordaron que los gobernadores harán un esfuerzo para compartir el costo de la tarifa social, pero pidieron tiempo para bajar los impuestos internos que podrían hacer bajar parte de la suba de tarifas.

La mayoría de las provincias estuvo de acuerdo en destinar fondos para la tarifa social aunque muy pocas pusieron reparos por el posible costo fiscal. Aún siguen las negociaciones en el Ministerio de Energía.

Los representantes de las provincias escucharon el mensaje de Aranguren y del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que también participó del encuentro.

A la reunión llegaban con una fuerte presión del oficialismo.Unas horas antes el presidente Mauricio Macri les había pedido a las provincias y municipios en un discurso desde Vaca Muerta que "eliminen los impuestos que cobran sobre los servicios públicos" para aliviar la carga sobre el consumidor.

Tras ese mensaje la gobernadora de Buenos Aires anunció que reducía los impuestos a la luz, el gas y el agua. Las boletas bajarían así entre el 6 y el 15 por ciento.

A pesar de que los representantes provinciales se mostraron abiertos a discutir una baja impositiva, pidieron hacer consultas a los gobernadores y evaluar en profundidad el costo fiscal, según pudo reconstruir Clarín.

Algunas provincias tenían que definir si podían -en caso de ejecutar una medida similar a la de Vidal- sacar la medida a través de un decreto o con una ley con apoyo de la Legislatura.

Según los números que hicieron, las provincias, para ayudar en la tarifa social, deberían destinar en total unos 120 millones de pesos anuales.