Este fin de semana especialistas italianos terminaban de armar una nueva cosechadora de tomates que arribó a San Juan. Pertenece a Guillermo López, que tiene sus plantaciones en Rawson; y que este año hará la cosecha con tres maquinas propias. 

Se ha extendido tan vertiginosamente el uso de máquinas cosechadoras para el tomate de industria en San Juan en tan solo cinco años, al punto de que esta temporada más de la mitad de lo producido en la provincia será recogido mecánicamente, según averiguó DIARIO de CUYO. Se trata de un dato impactante de incorporación de tecnología en un sector que viene creciendo a pasos agigantados (ver recuadro) teniendo en cuenta que en el 2012 toda la recolección tomatera era manual. La mecanización de esta cosecha se ha visto favorecida por la escasez de mano de obra especializada, la disminución de la rentabilidad agrícola y la mejora de la tecnología utilizada en la recolección. 


A fines del año pasado ingresaron al menos 3 cosechadoras nuevas a la provincia compradas por agricultores locales en Europa, y ya totalizan por lo menos 9 máquinas en manos de tomateros las que se usarán en la temporada de cosecha que acaba de arrancar y que se extenderá hasta el mes de mayo próximo en las fincas sanjuaninas.


Teniendo en cuenta que cada uno de esos monstruos de última tecnología pueden cosechar a razón de 10 millones de kilos de tomate por temporada, sólo con el lote propio de los productores se podrá recolectar unos 90 millones de kilos, el 54% de los 168 millones de kilos esperados este año. ‘’A ello hay que sumarle otro porcentaje que se realizará mediante los servicios temporales de alquiler’ apuntó el secretario de Agricultura, Ariel Lucero; pero no se sabe con exactitud cuántas cosechadoras ingresarán para calcular su incidencia en la recolección. José Luis Martín, desde la Cámara de Productores, Empaque y Comercio; es uno de los agricultores que está armando la primera máquina que adquirió en Italia -en el viaje que hizo junto al gobierno a la fábrica líder Sandei- y este lunes piensa comenzar a cosechar. Dijo que se decidió a realizar la inversión ante la dificultad de conseguir la mano de obra necesaria en el momento justo en que el tomate está listo. ‘’Quizá el uso de la cosechadora tiene un costo del 30% más que la cosecha manual, pero el problema es que buscás 10 personas y aparecen 3, la recolección mecánica es más eficiente’’, aseguró. Una cosechadora puede hacer diariamente el trabajo de 200 personas. La escasez de cosechadores es un problema recurrente en todas las cosechas que impulso incluso la mecanización de la vendimia, pero el sector tomatero es donde más rápido se expandió. 

‘’Creemos que el año que viene va a haber más cultivos y van a llegar más máquinas’’. 

JOSÉ LUIS MARTÍN - Productor 

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Guillermo López es otro productor que probó hace dos años contratando el servicio y ahora cuenta con 3 cosechadoras propias. El fin de semana un equipo de técnicos italianos terminaban de armar su nueva adquisición.

Para el productor, la ventaja de estos equipos es que mejoran su rentabilidad. ‘’Es simple, se puede determinar el momento justo de la cosecha, la recolección es más ordenada y eso hace que el producto llegue a las fábricas con calidad superior y por consiguiente con mejor precio sobre la mercadería’’, opinó. López agregó que lo que más atormentaba al productor de tomate es la merma de mano de obra especializada en los últimos 5 a 10 años, los cosechadores recolectaban la hortaliza con basura y cascotes de los surcos, lo que le era descontado al productor al ingresar a industria. ‘’Eso nos llevó a pensar que rápido había que subirse al tren de la mecanización, y si no, había que salirse del sistema’’, concluyó. 

San Juan, líder en rendimiento

El año pasado en Argentina se cosecharon 406.000 toneladas de tomate, de las cuales San Juan fue la principal aportante con 168.000 toneladas, seguida por Mendoza con 112.000 tn, el NOA (La Rioja y Catamarca) con 88.000 tn y Río Negro que sumó 38.000 tn. La provincia no tuvo la mayor superficie cultivada: lideró Mendoza con 3.400 hectáreas, el NOA con 2.000 ha, San Juan con 1.600 ha y Río Negro con 900 ha. Pero nadie le gana en rendimiento: aquí se logran 105 toneladas por ha, cuando el promedio del país es 50, gracias al riego por goteo y el trasplante mecánico.