El reloj sigue corriendo, pero todavía no está la decisión del Gobierno central de Chile para llevar adelante el proyecto del laboratorio científico Andes, que servirá para hacer experimentos de alta sensibilidad en plena cordillera. La definición del gobierno argentino ya está, pero falta el visto bueno de la administración del vecino país, que debe estar antes de que comience la obra del Túnel de Agua Negra, porque después no se podrán hacer, por ejemplo, voladuras en la zona. El problema es que los chilenos están en pleno proceso de transición y el nuevo presidente, Sebastián Piñera, recién asumirá el 11 de marzo. Frente a tal circunstancia, no es probable que se dé por ahora la aprobación para avanzar en la iniciativa.

"Hay que esperar a que asuma el nuevo presidente", dijo el ministro de Infraestructura, Julio Ortiz Andino, preocupado por la demora.

Si bien desde el Gobierno chileno han dado a conocer el interés en la obra, falta que el Ministerio de Hacienda autorice los fondos para el anteproyecto de los trabajos. Como antecedente, el Consejo Regional de Coquimbo aprobó la semana pasada por unanimidad la voluntad política para el financiamiento del estudio de ingeniería básica del laboratorio, valuada en unos 14 millones de pesos, que deben financiar por partes iguales ambos gobiernos.

"Es un hecho positivo", dijo el ministro, "pero sigue faltando el visto bueno de Hacienda", agregó.

El laboratorio científico será un centro que permitirá hacer experimentos en física, geología, geofísica, sismología y biología, para aplicar en la industria de alta tecnología y descubrir o desarrollar nuevos métodos para este sector. Este tipo de instalaciones no se pueden hacer en la superficie de la Tierra y por eso la idea es aprovechar una zona de cobertura sobre el túnel de casi 1.800 metros.

El costo está calculado en unos 45 millones dólares pero, como estaría vinculado a un emprendimiento binacional, hace falta la decisión de ambos países.

La obra del laboratorio subterráneo sería llevada adelante por el mismo consorcio que haga el túnel y hasta el financiamiento podría ser del Banco Interamericano de Desarrollo, que aporta los recursos para la megaobra.

Además del sitio bajo tierra, el centro demandará un laboratorio de apoyo en la superficie, es decir, un edificio con oficinas, talleres y laboratorios de armado.

Mientras tanto, la precalificación de empresas de la obra del túnel está prácticamente finalizada y a los consorcios que pasen el primer filtro se les entregará el pliego para la ejecución del proyecto. El objetivo es que dentro del pliego esté contemplada la edificación del laboratorio. Para ello, una empresa debe elaborar un anteproyecto, pero hay que esperar que den los tiempos para que el trabajo sea entregado al consorcio que gane la competencia para hacer el túnel.

Para avanzar, el próximo 7 de marzo se reunirá en Santiago de Chile el consejo del Ente Binacional Túnel de Agua Negra (Ebitan), para avanzar en el proceso.

Apoyo internacional

20 Es la cantidad de centros científicos y de investigación de todo el mundo que apoyan las obra del laboratorio, de países tales como Japón, Francia, Canadá e Italia.

Pocos ejemplos

Como este tipo de laboratorio subterráneo que quieren hacer junto al Túnel de Agua Negra, que será el único en el Hemisferio Sur, sólo hay 15 en el mundo. Son para investigaciones complejas.