Hecatombe cambiaria. El dólar voló ayer hasta los 71 pesos en algunas casas de cambio porteñas pero las ventas del Banco Central lo frenaron cerca de los $58. Hoy será otra prueba de fuego.

La demoledora derrota electoral sufrida en las PASO del domingo por el presidente, Mauricio Macri, que presagia un casi seguro regreso al poder del kirchnerismo, le dio un durísimo golpe a la economía argentina de la mano de una devaluación del 23% del peso y una caída histórica de casi el 38% de la Bolsa de Comercio. Además, el efecto "Alberto" derrumbó los activos argentinos en Wall Street donde acciones y bonos que cotizan en la Bolsa de Nueva York registraron a los largo de la jornada caídas de hasta 67% entre las empresas y de hasta 23% en los títulos. 

El índice S&P Merval, el principal de la Bolsa de Buenos Aires, cerró con un derrumbe del 37,93%, una de las mayores que recuerde el parqué local, con pérdidas muy por encima de este porcentaje en

acciones líderes del sector de la energía y de los bancos, entre las que se registraron caídas de hasta el 49,37%.

Los mercados argentinos no registraban una caída semejante desde la grave crisis económica de fin de 2001, según datos de la plataforma Eikon de Refinitiv. 

El lunes negro arrancó con una corrida descomunal del dólar minorista de más de 10 pesos respecto al cierre del viernes pasado que el Banco Central apenas pudo contener con la receta de siempre. En tres tramos vendió reservas por 165 millones de la moneda estadounidense, y convalidó una suba de hasta 11% (para llegar al 74%) en la tasa de interés de las Leliq que tendrán su correlato en los plazos fijos. 

En este contexto, de marcada incertidumbre y desconfianza por el triunfo del Frente de Todos, el dólar que llegó a venderse a 71 pesos en algunas casas de cambio de la city porteña terminó cerrando a $57,30 en promedio.

Tras los inesperados resultados de las primarias los inversores sacaron sus propias cuentas: Macri, el candidato "promercado" y el elegido de Wall Street , difícilmente remontará puntos de cara a los comicios presidenciales del 27 de octubre. Con el camino despejado para una victoria casi asegurada del kircherista Alberto Fernández, de duro predicamento contra la especulación financiera durante la campaña, la reacción de los inversores fue, más que de aversión al riesgo, de pánico y súbito abandono de posiciones en activos argentinos.

Alberto ya se manifestó en contra de pagar los intereses de las Leliq, y en ese sentido, cuestionó las ganancias de los bancos con estos instrumentos financieros. También le pegó duro a los aumentos de los servicios públicos atados al dólar y ya se pronunció a favor de "desdolarizar las tarifas". Por eso, ayer las acciones de los bancos y las empresas energéticas fueron los que más sintieron el impacto del derrumbe. Ayer, Fernández no se hizo cargo por la crisis del mercado y dijo que "es responsabilidad de Macri". 

Casi sobre el cierre del mercado bursátil, el presidente Mauricio Macri dio una rueda de prensa en la que dijo que buscará revertir en octubre la derrota electoral de las primarias, aseguró que no habrá

cambios en su Gabinete, prometió tomar medidas económicas para frenar la devaluación y culpó a la oposición kirchnerista por la reacción de los mercados. A juicio del jefe de Estado, que el domingo, tras admitir la derrota, ya había dejado ver sus temores de un "lunes negro" en los mercados, aseveró ayer que el kirchnerismo no tiene "credibilidad en el mundo" y tiene ahora la "responsabilidad" de explicar a los mercados qué planes tiene para la economía, sumida en recesión desde abril de 2018. 

Para el economista Gustavo Ber, titular de Estudio Ber, resultará "crucial" que las principales fuerzas políticas "puedan alcanzar un consenso que les permita transitar de la manera más ordenada posible la extensa transición de los próximos meses, ya que deben evitarse mayores daños sobre una frágil economía".


No operó el Mercado de granos de Rosario

El Mercado de granos de Rosario no registró ayer operaciones ni tampoco valores abiertos debido a la volatilidad del tipo de cambio en el país, además de las pérdidas que exhibieron los granos en Chicago. En la Argentina, la cotización del dólar saltó 23% en el mercado minorista. En tanto, el Mercado de Chicago culminó la jornada con disminuciones de las cotización de los tres principales cultivos, tras la difusión del último informe mensual del Departamento de Agricultura de los EEUU. El trigo bajó por la estimación de una mayor producción en los EEUU, explicó la Bolsa de Comercio de Rosario. En tanto, en los granos gruesos se destacó un ligero incremento en las proyecciones de producción de maíz, cuando los analistas esperaban importantes bajas; y la soja fue arrastrada por la debilidad en el maíz.

El riesgo país casi no lo sintió

El riesgo país, que suele dispararse ante la más mínima expresión de debilidad, ayer increíblemente se movió poco. El banco de inversión JP Morgan cerró la jornada con una leve suba de 2%, al quedar en 877 puntos básicos, con lo que el nivel de sobretasa que paga la Argentina no mostró una variación importante a pesar del fuerte ruido en los mercados por el resultado electoral.

En el segmento de renta fija de bonos, las bajas más importantes se verificaron en AY24 (-32,54%), el Discount en pesos (-26,3%), el Par en pesos (-23,1%) y el PR13 (-14,7%). En la Bolsa porteña, las principales caídas se dieron en los papeles de Edenor (49,7%), Transener (49%), Supervielle (47,8%) y Central Puerto (46,9%), en una jornada en la que las veinte firmas que componen el panel líder cerraron con números en rojo. Por último, en Wall Street los papeles que más cayeron fueron los de Edenor (58,9%), Supervielle (58,7%), Grupo Galicia (56,1%), BBVA Argentina (55,9%) y Banco Macro (52,6%) y Loma Negra (67).


El Merval se hundió. El índice de la Bolsa porteña se derrumbó hasta casi 38%. Bancos y energéticas, las peores.
 

Para Ferreres este es el precio correcto del dólar

El economista Orlando Ferreres consideró ayer que la paridad cambiaria de $57,30 por dólar con el que cerró el mercado local "es el precio correcto" de la divisa y alertó que si bien esta devaluación "iba a pasar en algún momento" la magnitud del movimiento "tiene consecuencias muy complicadas para el país". "Ahora el dólar tiene el precio que tiene que tener; a $57,30 es el correcto para mantener el equilibrio de la balanza de pago de largo plazo" afirmó el economista, al reiterar el atraso que venía registrando la divisa en los últimos meses. Para Ferreres, "dada la incertidumbre actual también puede ser un poco más alto" el precio del dólar pero recordó que en el inicio del gobierno del Néstor Kirchner el tipo de cambio "estuvo a un valor de $75 por dólar equivalente de ayer aunque luego aflojó y se normalizó".

Este reacomodamiento cambiario "iba a pasar en algún momento", admitió; aunque señaló que era de esperar que esa devaluación fuera "más moderada y no en un sólo día" por lo cual "este tipo de variaciones muy profundas pueden generar consecuencias políticas". Sobre esas consecuencias, Ferreres destacó que "la inflación va a ser por lo menos la mitad de lo que aumentó el dólar". Sí planteó que "la gran pregunta es qué va a ocurrir con los plazos fijos que van venciendo y si se van a renovar como plazos fijos o van a querer tener dólares por más que saltó 23%".