Los 15 minutos en los que la piedra golpeó la parte Noreste de Caucete fueron suficientes para causar un verdadero desastre que, según relevó el municipio, afectó a unos 50 productores que disponen de unas 600 hectáreas. Si bien el granizo alcanzó a Las Talas, Control Forestal y Los Médanos, el blanco más dañino se ubicó en Pozo de los Algarrobos, un pequeño distrito que está atestado de fincas con uvas. ‘No le miento si le digo que las piedras tenían el tamaño de una ciruela.

Era pura agua y piedra que venían de allá (del Este) y golpeaban el rancho y toda la finca. Fue un vendaval’, explicó asombrado Horacio Murúa, capataz de una finca con uva de mesa -variedad Red Globe- que se ubica en las inmediaciones de calle Caseros y Colón, en Pozo de los Algarrobos. A escasos 40 metros vive su hermano Martín, quien agregó, ‘esto (por la calle) era un río’.

Por tratarse en su mayoría de vides con uva de mesa, que gran parte se exporta, los productores especulaban ayer en que por el daño que tuvieron terminarán siendo enviadas para molienda. A pesar de su sordera, Narciso Cardozo (86), que es uno de los caseros de la finca de Serafín Márquez y Madcur, se despertó cerca de las 3.30 de la madrugada cuando la piedra rebotaba en las paredes del rancho: ‘Era un ‘traqueteo’ que usted ni se imagina. Fue una cortina de piedra que golpeaba los parrales’, contó.