El presidente Alberto Fernández firmará en las próximas horas un Decreto de Necesidad Urgencia para reinstalar en la Argentina el barril de petróleo “criollo” a u$s45.

Según informa el diario Ámbito, la medida busca dar mayor certidumbre a las inversiones en el sector de los hidrocarburos que puedan superar la pandemia de coronavirus Covid-19 y evitar al mismo tiempo la posibilidad de tener que importar crudo a mediano plazo.

Asimismo, el regreso del barril criollo pretende mantener la producción en los niveles de 2019 -objetivo ambicioso, se estima un 65%-75% este año- para asegurar la provisión de petróleo crudo a nivel nacional, y así minimizar el impacto sobre las economías regionales y la mano de obra asociada a la industria hidrocarburífera. Los sindicatos petroleros ya aceptaron reducción de salarios al 75% y se registraron decenas de suspensiones, principalmente en el shale. Más de 10.000 trabajadores hoy ven amenazadas sus fuentes de ingresos.

En el Gobierno recuerdan que son “medidas urgentes y transitorias”, que no quieren "poner en riesgo la paz social", y que el fin último es sostener el autoabastecimiento de hidrocarburos, el empleo y la seguridad energética del país.

La decisión fue anticipada por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien este miércoles por la tarde mantuvo un encuentro virtual con directivos de las principales petroleras del país. “La idea es tener un precio de referencia que evite que los proyectos que en la Argentina están en funcionamiento, aún con bajo nivel de actividad, no terminen de cerrarse bajo un escenario negativo", explicó el ministro. En el Gobierno miran a futuro. "Si no lo hiciéramos el gran peligro es que cuando la actividad se normalice y los precios vuelvan al alza, no tengamos la producción en pie y debamos importar petróleo, por eso buscamos dar certidumbre hacia adelante", agregó el funcionario.

El referencial internacional Brent perdió un 4% a u$s29,72 el barril, tras haber subido en las seis sesiones anteriores. El West Texas Intermediate en Estados Unidos (WTI) cedió un 2,3% a u$s23,99 luego de dispararse un 20% este martes.

Una vez que el DNU vea la luz, el precio de u$s45 es el que se le deberá pagar a productores. Se espera una cláusula que habilita a la Secretaría de Energía de Sergio Lanziani a asignar cupos de compra para cada refinería y a qué productora.

El barril "criollo" cosechó fuertes respaldos en los gobernadores de las provincias petroleras, como Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, pero también en los sectores privado y sindical. Fuentes con conocimiento de la negociación destacaron las gestiones de la petrolera no integrada Vista OIL&Gas, de Miguel Galuccio. El “Mago” ya había instalado un barril criollo cuando fue presidente de YPF, durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner.

Las petroleras integradas, como YPF y Pan American Energy (PAE), sentirán el efecto de la medida. También las refinadoras. Las compañías pagarán a las provincias regalías por u$s45 cuando sus ventas son por menos de u$s30. PAE, Trasfigura (Puma) y Raizen (Shell), tres grandes jugadores del rubro, intentaron morigerar estas diferencias sin éxito. Querían cerrar por u$s35.

Desde la petrolera estatal se mostraron comprensibles con la situación que atraviesa el país por la pandemia y aseguraron a Ámbito que acompañarán el barril criollo a u$s45. “Entendemos la necesidad y con esfuerzo acompañamos toda la industria. Para nosotros el tema del barril criollo es un gran esfuerzo, pero entendemos la necesidad”, remarcaron a este medio.

Se espera que el barril criollo esté vigente desde el 1 de mayo y hasta el 31 de diciembre de 2020, con posibilidad de revisión cada tres meses, a cargo de la Subsecretaría de Hidrocarburos. Si la cotización del petróleo Brent supera los u$s 45 durante 10 días consecutivos, el precio del barril criollo queda suspendido.

Una medida complementaria será la prohibición de importar cuando exista en el mercado local disponibilidad de producto o capacidad efectiva de procesamiento. El borrador del DNU fija “precio tope” a las naftas y gasoil vigentes al 31 de marzo pasado; establece un sistema de retenciones móviles que acompañe el movimiento de los precios de mercado; y aplica precios máximos de referencia de venta de GLP envasado.

Fuente: Ámbito