Es la cuarta generación de una familia mendocina que forma parte de la vitivinicultura tradicional Argentina, y desde abril del año pasado preside la entidad que maneja un presupuesto millonario -más de $20 millones anuales- para realizar acciones de promoción y trabajar para que los vinos argentinos sean cada año mas conocidos y comprados en el mundo. Ayer, en primera visita oficial a San Juan, sorprendió al destacar los logros de los bodegueros sanjuaninos en ese escenario, en el cual su bodega -Luigi Bosca- conoce desde hace 100 años: "Primero, la actividad en conjunto es fundamental, sumar cada vez mayor cantidad al conjunto de actores. Segundo, seguir haciendo lo que están haciendo, invirtiendo en sus negocios, generando un espacio donde San Juan cada vez tiene y puede mostrar ventajas comparativas respecto a otras provincias argentinas. Creo que van por un excelente camino, y justamente el consejo es seguir produciendo calidad, calidad y calidad", aseguró.

-¿Por qué Wines of Argentine pidió visitar a Gioja (es la primera vez)?

-Porque esta provincia es muy importante en el mapa vitivinícola argentino, y porque ha tenido un crecimiento destacado en las exportaciones. Nos pareció muy bueno, alentador y positivo venir a mostrar estos resultados como parte del trabajo general que desarrolla Vinos Argentinos.

-¿En qué impacta que cada vez más bodegueros locales se incorporen a la entidad?

-Lo bueno que ha tenido estos años es la incorporación de jugadores de San Juan. Bodegas más pequeñas y medianas, no sólo las líderes de la región, que forman parte de la diversidad de sus regiones y de sus climas, sus alturas. También la diversidad de actores que tienen que ver con la actividad vitivinícola, parece que es un valor diferencial que tiene Argentina comparado con otros actores del mundo.

-¿Está bien el nivel de exportaciones nacional y de la región?

-Sí. Argentina el año pasado exportó en vinos embotellados -que es el verdadero valor agregado- 650 millones de dólares, la bebida nacional más exportada. Hemos alcanzado casi 120 países del mundo, y es fundamental desde el punto de vista social, el impacto que tiene esta industria sobre las economías regionales. En mano de obra ocupada y en exportar valor agregado, y sobre todo por exportar vino argentino, que tiene un gran impacto sobre la marca país. Hay que pensar que Argentina no exportaba hace 15 años atrás, o lo hacía poco o nada. ¡Y hoy ocupamos el noveno lugar en el mundo en volumen!

-Quizá por eso la presidenta nombró al vino bebida nacional...

-Que es toda una declaración de principios, no es un dato menor que esto haya sucedido. Es un logro de toda la industria que ha tenido gran participación en las economías regionales, pero sobre todo el país en general. Y esta declaración de principios no solo tiene impacto local, sino también mundial, saber que Argentina es un país de vinos nos posiciona de otra manera.

-¿Qué estaría faltando, hay algún factor que apuntalar para seguir creciendo?

-Vinimos a mostrarle al gobernador el potencial que tiene Argentina por delante y el rol de Vinos de Argentina como una institución que no sólo se dedica a la promoción sino también a orientar a los exportadores argentinos para sus negocios. Dos décadas de experiencia que tenemos son importantes para poner sobre la mesa un plan estratégico como el que acabamos de presentar, y que es llegar al 2014 duplicando el nivel de exportaciones que tenemos actualmente.

-¿Y dónde hay que exportar?

- Tenemos países donde actuar ahora, como EEUU y Canadá; países donde hay una apuesta al futuro que hay que empezar hoy como China, y hay mercados potenciales para vinos argentinos como América Latina y entre ellos, Brasil, donde Argentina tiene una penetración muy grande.

-¿Y cómo está Argentina hoy para exportar?

- No tiene niveles de integración que muestran competidores como Chile o Australia. Argentina está sorteando dificultades como la inflación y el tipo de cambio que hacen que los márgenes se hayan deteriorado. Pero hay que pensar con perspectiva a largo plazo, donde los obstáculos son mayores y el desafío es más grande.