Las inscripción es de alumnos extranjeros en las universidades argentinas, en particular Buenos Aires, La Plata y Rosario, se presenta este año como un acontecimiento histórico. Atraídos por el ingreso irrestricto y además gratis, el mayor prestigio académico de América latina y, para ellos, un país muy barato después de la última devaluación, son los motivos que pesan. 


Estos atractivos son prácticamente imposibles de conseguir en el resto del continente y las universidades privadas están reservadas para los muy pudientes y, aún así, con limitaciones de cupos y especialidades. Como el año pasado, ahora los brasileños son la mitad del total de extranjeros en el CBC, le siguen los chilenos, colombianos, peruanos, paraguayos y los venezolanos que vienen aumentando por la situación social en ese país. 


Para los jóvenes que llegan a estudiar la sorpresa de anotarse para ingresar a una carrera, comenzar a estudiar, y sin ningún costo les parece increíble. En Brasil la Universidad de San Pablo tiene sólo 100 vacantes anuales para ingresar a Medicina, previo examen de aptitud, en una ciudad de 12 millones de habitantes. Y optar por una universidad privada cuesta unos 8.500 reales al mes, o sea casi 85.000 pesos argentinos.  


Con ese dinero un chico brasileño, además de tener asegurada la matrícula en La Plata, por ejemplo, puede alquilar un departamento, financiar todos sus gastos y pagarse hasta tres pasajes en avión al año para visitar a sus familiares, porque hay que tener en cuenta el desarraigo. Además, hay un costo adicional de 1.500 pesos por el Certificado de Español Lengua y Uso (CELU) para que el idioma no sea un impedimento en el aprendizaje. 


Pero más allá de la gratuidad, el ingreso irrestricto y las ventajas cambiarias, está el prestigio de las universidades argentinas, por ejemplo la UBA que encabeza el listado de las mejores casas de estudios superiores latinoamericanas. O como ha expresado la mayoría de los extranjeros que estudian allí, la UBA les abre las puertas del mundo a los nuevos profesionales. 


Los 12.240 estudiantes internacionales (la mitad brasileños) que cursan en universidades públicas o privadas argentinas reconocen fundamentalmente la calidad educativa de nuestro país, en cualquier establecimiento superior y por eso los extranjeros están cubriendo cada vez más las aulas de las casas de estudios superiores desde la Patagonia al Norte argentino.