Una vez más, la Universidad de Buenos Aires (UBA) figura en la elite mundial de instituciones de educación superior al haberse ubicado en el top 50 de las universidades más prestigiosas del mundo. Este logro la convierte en un claro modelo que debería ser seguido por las demás universidades del país que en las últimas mediciones han tenido un regular comportamiento, pudiendo mejorar considerablemente convirtiendo a la Argentina en una potencia en materia educativa universitaria. 

El fenómeno de la UBA no es nuevo y se ha ido consolidando a través del tiempo, ubicándose cada vez en lo más alto del ranking QS que es con el que se mide la excelencia académica de las principales carreras. El rector de esta casa de estudios, Alberto Barbieri, ha señalado que parte del éxito alcanzado por la UBA está en la ampliación de los intercambios académicos, científicos y culturales, y en la construcción de alianzas académicas globales de alto nivel. Con esto se pretende alcanzar el objetivo estratégico de fortalecer el reconocimiento y la inserción a nivel global tanto de las carreras que se dictan como de estudiantes y egresados. 

Por otra parte la UBA ha sido reconocida como la mejor universidad del país, lo que le confiere el prestigio y la autoridad para servir de modelo al resto de las universidades tanto públicas como privadas en el objetivo de alcanzar un mejor nivel académico que las califique en lugares de privilegio dentro de la educación superior. Universidades como la Nacional de San Juan (UNSJ), con una gran trayectoria en carreras tradicionales como ingeniería o arquitectura, deben tomar como referencia la labor de la UBA para darle un mayor impulso a la producción de profesionales y alcanzar la tan anhelada excelencia académica. 

La UNSJ, por la cantidad de alumnos y carreras que se pueden cursar, tiene numerosas posibilidades de estar entre las casas de estudio más prestigiosas del país y también de Latinoamérica. La preferencia de estudiantes de otros países que llegan a San Juan para hacer sus carreras universitarias o de posgrado revelan el grado de aceptación y consideración que esta universidad tiene tanto adentro como afuera del país. 

Con la recuperación de la presencialidad y la reanudación de actividades en cada una de las facultades, la UNSJ ha iniciado una nueva etapa de la que se espera egresen más y mejores profesionales que puedan ser tenidos en cuenta por las empresas y por el mundo laboral en general que es, en definitiva, a lo que debe apuntar una producción universitaria de calidad.